"Así es la vida", ha lamentado Adele en Twitter tras su actuación en la gala de los Grammy celebrada el lunes por la noche en Los Ángeles.

 

 

 

 

 

 

Los gestos del rostro de la cantante mientras cantaba All I ask denotaban que era consciente de que algo no iba bien. "El micrófono del piano se cayó a las cuerdas, ese era el sonido que sonaba como una guitarra y que me impidió oír que estaba fuera de tono", explicó en la red social.

 

 

 

 

 

 

 

 

La cantante forzó la voz, que en varias ocasiones sonó estridente y chillona. En la red social, los usuarios criticaron la actuación, pero reconocieron el problema técnico y exculparon a la cantante de los fallos en su voz.

 

 

 

 

 

 

 

La artista, conocida por sus impecables directos, justificó lo sucedido durante su interpretación del tema "All I Ask" explicando que se debió a un fallo con un micrófono.
"El micrófono del piano se cayó a las cuerdas, ese era el sonido que sonaba como una guitarra. Es por lo que sonó fuera de tono", aclaró en su cuenta de Twitter después de la gala.
El presidente de la Academia de Grabación de Estados Unidos, encargada de la ceremonia, reconoció que el problema fue de los organizadores.
"Adele hizo un trabajo fantástico, demostró lo profesional que es", dijo Nil Portnow. "Fue un problema nuestro", señaló.

 

Poco habitual


Adele, vestida de rojo, fue presentada sobre el escenario por Bruno Mars.
La británica interpretó su tema sola junto a un pianista y durante algunos momentos de la actuación su voz sonó estridente..
Muchos espectadores reaccionaron rápido en Twitter ante la poco habitual falla de sonido.
"¿Quién arruinó mi canción favorita de Adele? No sé si podré perdonarles", escribió el rapero Trip Lee en la red social durante la canción.
Algunos admiradores de la artista salieron en defensa de la artista, pero no todos culparon a los problemas técnicos.
"El sistema de sonido parecía estar mal y ella se equivocó en algunas notas. Gran cantante, pero no tuvo una gran noche", opinó el periodista británico Piers Morgan.