Sólo 25 por ciento de las constructoras afiliadas a la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) Puebla cuentan con la certificación oficial NMX-442, que avala la calidad de una obra en materia de construcción y verificación de vivienda.
Pese a que la CMIC se ha consolidado como el organismo empresarial de mayor prestigio en el ramo construcción, sólo 50 de las 200 firmas constructoras afiliadas al organismo cuentan con certificación oficial en sus procesos, situación que ha inhibido su participación en obras de gran tamaño a nivel nacional e internacional.
Y es que de acuerdo con el especialista en construcción, José Antonio Hernández González, el actual escenario global demanda a las firmas constructoras la certificación oficial o cumplimiento de operaciones con base en normas mexicanas, lo que les permite sumar valor agregado a sus servicios.
El también socio de la CMIC informó que los proyectos de gran envergadura del país piden a las constructoras certificaciones en obra y calidad de servicios, como requisito para competir por licitaciones de obra pública, según se establece en la Ley de Adquisiciones de Obra Pública a nivel federal.
El especialista aseveró que en la actualidad las certificaciones son consideradas como herramientas de competencia en medio de marco globalizador, que exige a las empresas del ramo estar mejor preparadas en sus procesos de construcción.
La garantía de estos servicios se consolida bajo la norma mexicana NMX-C-442 ONNCCE-2004 de la industria de la construcción en servicios de supervisión y verificación de la construcción de vivienda, que otorga un reconocimiento en ISO-9000-2001 por la calidad de sus procesos
Esta certificación permite a las constructoras concursar por proyectos de obra civil, pública y privada como carreteras, puentes, edificaciones y supervisión de obras, entre otras.
Un dolor de cabeza
Según Hernández González, las certificaciones se han convertido, en los últimos años, en un pendiente urgente al interior del gremio constructor, por lo que una de las acciones a promover en el siguiente periodo de la CMIC, es actualizar la profesionalización en servicios de los constructores, a fin de ampliar el número de firmas que cuentan con alguna certificación.
"Estamos buscando que parte de nuestros afiliados se certifiquen, que nos den mayor competitividad, otorguen un plus a su trabajo. Ahora también nos piden que estemos certificados en diferentes procesos obra privada", expresó.
Pone el ejemplo
Además de la exigencia del sector público, grandes firmas privadas como Volkswagen o Procter & Gamble, se han sumado a la exigencia por que las constructoras contratadas en el desarrollo de obra cuenten con certificación en sus diferentes procesos
El bajo nivel de certificación que muestran las firmas poblanas, las han puesto en desventaja con empresas como The Haskell Company, encargada de obras para la firma Procter & Gamble, que subcontrata a otras constructoras sin que éstas puedan competir en la licitación por falta de un valor agregado, como es considerado la certificación.