El Grupo Financiero BBVA Bancomer aumentó de 4.3 a 4.7 por ciento su perspectiva de crecimiento de la economía mexicana para este año, derivado del buen comportamiento de los precios del petróleo, la recuperación del empleo y la actividad crediticia.
En la presentación del Informe Situación México, el economista en Jefe de Análisis Macro de BBVA, Julián Cubero, refirió que la estimación para el Producto Interno Bruto (PIB) del país es consistente con el crecimiento sostenido de Estados Unidos con alrededor de 3.0 por ciento y el favorable impacto de mayores ingresos petroleros.
Detalló que ante el aumento de los precios internacionales del petróleo, se estima que la mezcla mexicana de exportación registre al cierre del año una cotización promedio de 98 dólares por barril, superior a los 65.4 dólares considerados en el presupuesto para este año.
Ello implicará que para este año el país reciba ingresos excedentes equivalentes a 1.4 por ciento del PIB, comentó.
A ello se suma, dijo, la recuperación del empleo, que lleva 20 meses continuos con tasas positivas, y de los salarios reales.
En este sentido, explicó que de los 45 millones de trabajadores que hay en México un tercio es formal, otro tercio es informal y otro igual no se sabe, así que hay un componente de la parte salarial de México que no lo es.
Esta parte de la población más bien es sólo ingreso, el cual es muy cíclico, toda vez que suben mucho con la economía y de igual manera bajan, por lo que se espera que haya un repunte en los ingresos de las personas ligado al comportamiento de la economía pero con carácter de volátiles, añadió.
En cuanto al crédito bancario, destacó que éste también contribuirá al crecimiento de la economía, toda vez que por parte de los bancos hay mucha liquidez disponible y se empieza a observar una mayor demanda de préstamos justo por la recuperación del empleo.
No obstante, dijo, el balance de riesgos de este escenario está sesgado a la baja por las incertidumbres sobre el impacto final del choque de precios del petróleo en el crecimiento global –y por lo tanto en la demanda externa de México”.
Así como en cuanto al ritmo de retiro de los estímulos de las políticas de demanda, fiscal y monetaria, tras un periodo de excepcional laxitud, agregó.
“El crecimiento mexicano estará más balanceado en 2011, reflejando la difusión al conjunto de la economía de la mejora de la demanda externa, gracias al aumento del empleo y a unas favorables condiciones de financiamiento”, manifestó.
En cuanto a los precios al consumidor señaló que la subida de precios del petróleo y de otras materias primas aumenta la previsión de inflación para los trimestres centrales de 2011, aunque se mantienen las perspectivas ancladas.
De ahí que aun cuando se espera que en un momento dado la inflación alcance una tasa de 4.0 por ciento, esto será temporal y terminará convergiendo hacia 3.4-3.6 por ciento dentro del rango de variabilidad del Banco de México.
Mientras que en el tipo de cambio, éste terminará en 2011 por debajo de los 12.00 pesos por dólar, ya que se espera que continúe la debilidad de la divisa estadounidense contra una fortaleza del euro, añadió.