El repunte de 4.5 por ciento de la economía mexicana en el tercer trimestre parece anticipar que el crecimiento para todo 2011 estará muy cerca o por arriba de 4.0 por ciento, estimó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

Sin embargo, aclara, hace falta un mayor esfuerzo para que en realidad se logre una fortaleza en el largo plazo, por lo que es importante seguir insistiendo en los cambios que se requieren para generar un entorno de negocios atractivo para la inversión productiva y generadora de empleos y bienestar.

“El tiempo de análisis de propuestas ya fue suficiente, es hora de tomar decisiones que lleven al país a fortalecer el potencial que evidentemente nos está permitiendo mantener un ritmo de crecimiento favorable, aunque no suficiente para hacer que los hogares del país mejoren sustancialmente su bienestar”.

Reconoce que fue sorpresivo el crecimiento de 4.5 por ciento a tasa anual del Producto Interno Bruto (PIB) mexicano en el tercer trimestre del año, cuando parte de los especialistas anticipaban un avance de sólo 3.52 por ciento.

Por el contrario, el resultado del PIB de Estados Unidos para el mismo lapso se corrigió a la baja de una variación anualizada de 2.5 a 2.0 por ciento, señala en su reporte semanal.

Luego que el Departamento del Comercio dio a conocer que el comportamiento de la economía estadounidense no fue tan dinámico como se había estimado antes, se podría haber esperado que la economía mexicana respondiera de una manera similar, como consecuencia de la fuerte relación entre ambos aparatos productivos.

“Sin embargo, para asombro de muchos, la actividad económica del país tuvo un repunte importante en el tercer trimestre del año, lo cual parece anticipar que el crecimiento del PIB para todo 2011 estará muy cerca, si es que no, por arriba de 4.0 por ciento”.

De acuerdo con el organismo de investigación del sector privado, este comportamiento se puede atribuir a dos factores.

Pese a la corrección a la baja en la tasa de crecimiento de la economía estadounidense, esta mantuvo una tendencia ascendente, lo que indica que siguió la demanda de una importante cantidad de bienes de México.

Sin embargo, precisa el CEESP, el hecho de que la economía mexicana creciera mucho más que la de Estados Unidos es una buena señal del fortalecimiento del mercado interno.

Esto responde en buena medida a la evolución favorable que mantiene la creación de empleos formales y la tendencia a la baja en la inflación, lo que hace que el poder de compra se mantenga en un rango positivo, explica.

El mayor impulso del crecimiento de la economía en el tercer trimestre provino del sector comercio, que al reportar un incremento anual de 8.0 por ciento generó casi la tercera parte del alza total del PIB.

El CEESP refiere que la expectativa para los siguientes meses es igualmente positiva en el ámbito comercial, pues en octubre pasado se mantuvo la dinámica ascendente de las ventas, según las cifras de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicios y Departamentales.

En su opinión, lo anterior se complementará con el aumento de las ventas a raíz del periodo de ofertas denominado “Buen fin” que se realizó la semana pasada, además del impulso que tendrá también la temporada navideña.

No hay duda, afirma, de que el mercado interno ha comenzado a mostrar su fortaleza compensando el freno del sector externo, lo que también se refleja en la construcción, que al repuntar 5.3 por ciento anual generó 7.5 por ciento el crecimiento total.

El organismo asegura que hasta el momento la economía ha respondido favorablemente al entorno de debilidad mundial con un crecimiento superior a lo estimado, incluso hay señales que permiten anticipar mejores resultados a los previstos.

Entre éstos destaca la mejora en la producción industrial; el dinamismo que mantiene la inversión en maquinaria y equipo y construcción; el crecimiento del empleo y el histórico nivel de las reservas internacionales.

Sin embargo, es importante seguir insistiendo en la aprobación de las reformas estructurales que se requieren para generar un entorno de negocios atractivo para la inversión productiva y generadora de empleos y bienestar.

“Solo de esta manera podremos escalar de manera importante en los diferentes ranking mundiales que ubican a nuestro país en lugares muy bajos en temas como competitividad, educación, seguridad pública, salud y derechos de propiedad, entre otros factores determinantes del buen desempeño de cualquier economía”, refiere.