El primer capítulo fue el despido de 4.000 empleados y el traslado del ensamblaje de sus smartphones a Asia, recortando la productividad de las plantas en México, Finlandia y Hungría. Un mes más tarde, sumó 3.500 despidos a su crisis con la marca Nokia Siemens, marcando la salida de negocios de un negocio de servicios en América Latina.
Las malas noticias siguen en suba para la empresa finlandesa. Luego de anticipar una contracción del 35% en sus ingresos en el primer trimestre del año, la agencia de riesgos Moody's redujo su calificación un escalón hasta Baa3. Esta calificación se relaciona con los créditos a largo plazo de la empresa.
Desde la semana pasada, las acciones de Nokia han bajado un 20%, cuando además de anunciar la baja de sus ganancias, la compañía espera que el segundo trimestre del año sea igualmente negativo.
La semana pasada Nokia publicó un adelanto de los resultados financieros del primer trimestre de 2012, que ofrecerá el 19 de este mes. En el comunicado informa que vendió 83 millones de equipos.
Algunos analistas del sector pronostican que en ese trimestre, Samsung superó a la empresa en volumen de ventas de teléfonos celulares. Si esto se confirma, perdería el primer puesto mundial después de 14 años de liderazgo.