En menos un mes, la empresa Porsche AG será propiedad de Volkswagen, luego de que absorba la totalidad de las acciones para el 1 de agosto. La automotriz más grande de Europa pagará más de $ 5.600 millones de dólares (4.460 millones de euros) por el 50,1% de los títulos, más una acción propia.
La compañía aseguró que había llegado a un acuerdo con las autoridades fiscales alemanas, poniendo fin a una dura prueba de adquisición de siete años que había dividido a dos de las familias más poderosas de Alemania.
Después de años de negociación, la fusión tendrá lugar antes de lo previsto y se cerrará el 1 de agosto, cuando Volkswagen haya adquirido el 50,1% de las acciones restantes de Porsche. El otro 49,9% ya está en poder del gigante de Wolfsburg.
La fórmula le permite presentar la operación como reestructuración y no como compra, por lo que legalmente está libre de impuestos. De esta forma, se ahorra una multa de unos 1.500 millones de euros al Estado.
Volkswagen rechazó las críticas en torno a la forma de pago. "Se pagarán impuestos muy por encima de los 100 millones de euros", aseguró el director financiero del grupo, Hans Dieter Pötsch.
A su vez, el acuerdo está diseñado para reestructurar los complicados nexos de propiedad de las empresas. Es que la armadora de autos posee una considerable participación en Volkswagen, y varios ejecutivos e importantes accionistas se muestran activos en ambas empresas.
"Ahora podemos cooperar aún más estrechamente y de forma conjunta aprovechar nuevas oportunidades de crecimiento en el segmento Premium", dijo Martin Winterkorn, CEO de VW, según The New York Times. Y agregó: "La combinación de su negocio operativo hará que Volkswagen y Porsche aún más fuerte, tanto económica como estratégicamente".
Más allá de la adquisición de Porsche, la empresa cuenta con marcas como Audi, Seat, Ducati, Bentley y la fábrica de camiones MAN y Scania.