Al dar a conocer la minuta sobre la última reunión de la Junta respecto a la decisión de la política monetaria, el instituto central señala que la mayoría de sus miembros consideró que la economía mundial aún muestra signos de debilidad.
Los integrantes de la Junta anticiparon que la política monetaria continúe siendo acomodaticia en un gran número de economías, tanto avanzadas como emergentes.
Esta mayoría también destacó que en México es previsible en el corto plazo una mayor inflación, que si bien podría ser transitorio, no afectará la trayectoria convergente al objetivo de 3.0% en el mediano plazo.
De acuerdo con la minuta, en el cuarto trimestre del 2012, la economía mexicana se expandió a un ritmo menor que en la primera mitad de ese año.
Ello, apunta, se vio reflejado primero en la evolución de los componentes de la demanda externa y más recientemente en los correspondientes a la demanda interna.
Como determinantes de la inflación, la Junta de Gobierno del instituto central señala que dada la moderación en el ritmo de crecimiento de la economía en los últimos meses, la brecha del producto se ubicó alrededor de cero.
Además, apunta, el mercado laboral continúa mostrando holgura que se ha hecho más evidente dado el incremento reciente en la tasa de desempleo.
Respecto a las expectativas de inflación, indica que el promedio de las referentes al cierre de 2013 se situó en niveles cercanos a 3.66% en la encuesta de febrero pasado, luego del 3.69% del sondeo previo.
Para 2014, apunta el Banxico, el promedio de las expectativas para la inflación general aumentó de un nivel de 3.52% en diciembre pasado a 3.62% en febrero de este año.
En cuanto a lo esperado en materia de crecimiento para Estados Unidos, la mayoría de los miembros de la Junta del banco central mexicano concordó en que éstas se han ajustado a la baja y anticipa un menor crecimiento económico en 2013 respecto al año pasado.
En la zona euro, los integrantes reconocieron avances gracias a las medidas implementadas por las autoridades, pues han fortalecido la confianza y la eliminación del riesgo de un escenario de fragmentación del euro.