Marcelo Resico, Catedrático de la Universidad Católica de Argentina, imparte el curso de Economía Social de Mercado, a estudiantes de la Facultad de Economía y Decanatura de Ciencias Sociales de la UPAEP.
Enfatizó que la economía social de mercado es un enfoque que se basa en la economía privada como primer motor del crecimiento económico de la innovación y generación de trabajo, pero con un marco de regulación por parte del estado, sobre todo, fomentando la competencia y reduciendo los monopolios y una complementación con una política social que apunta a fortalecer a la sociedad civil y sacar a la gente de la pobreza de una manera efectiva y no simplemente redistribuir dinero y perpetuar la situación de las personas que se encuentran en situaciones menos favorecidas.
Resico indicó que el objetivo del curso es compartir con los estudiantes la introducción, exposición y discusión acercar del enfoque de la economía social de mercado, sus ventajas y diferencias con otros enfoques de la economía política y la política económica y sobre la realidad que vive México.
Y refirió que se busca llegar a un punto de equilibrio para buscar hasta qué punto puede ser aplicable la economía social de mercado en la ciudad, en la región y de ser posible en el resto del país, que representa ser uno de los objetivos principales del curso que se imparte en la UPAEP.
En ese sentido, mencionó que la economía social de mercado ofrece experiencias concretas que pueden resultarnos de utilidad. Es un modelo capaz de ayudarnos a salir de la actual crisis porque se originó como respuesta a toda una serie de crisis que se presentaron en naciones de Europa.
En ese sentido abundó que la economía social de mercado ha tenido influencia en países latinoamericanos como Perú, Chile y en otros de esa zona en menor medida en donde se ha discutido sobre los beneficios que han aportado los diferentes modelos económicos con los que se ha experimentado y los resultados que se han obtenido en la calidad de vida de la vida.
Al referirse a la situación por la que atraviesa México, señaló que la economía social de mercado se distingue del enfoque del consenso de Washington, del Neoliberalismo que tuvo mucha influencia en latinoamérica y sobre todo que fue aplicado en los años 90, es un enfoque que insiste en el marco institucional para la regulación de la economía de mercado, generar una competencia leal y contar con políticas que frenen la formación de monopolios o que fomenten la fragmentación de la concentración económica y cuenta con un tejido de políticas sociales para tratar de apoyar y colaborar con la sociedad civil, para que los efectos positivos de la economía de mercado tengan una difusión más amplia, que al final de cuentas lo hemos vivido y hemos sido testigos de crisis importantes en algunos países de América Latina.
Apuntó que actualmente se puede apreciar un modelo económico centrado en el estado, lo cual tampoco representan estar practicando un modelo de economía social de mercado, lo que podemos apreciar es un “modelo centrado en el poder del estado y que en ciertas instancias puede dar paso a la creación de un capitalismo de amigos, en donde el poder del estado está asociado al poder de algunos grupos favorecidos y que al final de cuentas no funcionan de manera integral”.
Por último, señaló que en América Latina es necesario que el estado recupere esa función de ser un estado árbitro, legislador y que diseñe unas “reglas de juego para que el sector privado y la sociedad civil se puedan desempeñar y realmente desplieguen las potencialidades que tienen evitando los abusos”.
Y por lo tanto podemos observar en la región, países que tienden a ir en busca de una economía social de mercado y otros que busca establecer una función más autoritaria, pero se pueden encontrar ejemplos alentadores que nos indican que se está avanzando en la dirección de establecer una economía social de mercado, en donde se ha reducido los índices de pobreza e inequidad.