Los economistas coinciden en algo, una victoria del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, resultaría desastroso para la economía mexicana, que tiene como principal socio comercial a Estados Unidos.
El comercio total entre México y Estados Unidos sumó 312,070 millones de dólares hasta agosto pasado, y además el sector manufacturero depende del desempeño que tenga el de Estados Unidos.
En primera instancia el golpe va para el mercado cambiario, que desde hace meses ya ha mostrado gran sensibilidad al avance de Trump en las encuestas y a su discurso antimexicano y proteccionista.
La probable venta del mercado en respuesta a una victoria de Donald Trump podría empujar al peso mexicano tan bajo como a 25 unidades por dólar. Lo que ocurra con el peso más allá de la liquidación inicial dependería de varios factores, sobre todo el grado en el que un gobierno de Trump cumpla con las promesas de protección comercial, dice en un reporte la firma británica Capital Economics.
El candidato ha prometido deportar a 11 millones de mexicanos, frenar el envío de remesas y revisar el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN).
Lo cierto es que un peso débil significa mayores costos de importación para México y esto pegaría a los niveles de inflación. Una pérdida de 10% del peso implica un aumento de 0.8% anual en la inflación, según cálculos de Capital Economics.
El PIB, el afectado
Banco Base en tanto, estima que la llegada de Donald Trump a la presidencia puede implicar una caída de 3.4% para la economía mexicana en 2017.
El economista en jefe de Bank of America Merril Lynch México, Carlos Capistrán, escribió en un reporte que un triunfo de Trump o si éste no acepta los resultados de la elección llevaría al Banco de México (Banxico) a intervenir en el mercado de divisas y aumentar hasta en 100 puntos base la tasa de interés referencial, para prevenir que una depreciación del peso desancle las expectativas de inflación.
El gobernador de Banxico, Agustín Carstens, dijo que ya tienen un plan para una situación negativa en los resultados de la elección.
Si la situación adversa se materializa es previsible que las autoridades respondan de alguna manera. Es un plan de contingencia que estamos discutiendo con el secretario de Hacienda. Esperamos no tener que usarlo, dijo Carstens en una entrevista con Milenio Televisión.
Una vez que se resuelva la incertidumbre de la elección, México podría ver un aumento en la inversión, tanto doméstica como extranjera, ya que algunas inversiones pudieron haberse retrasado, dice Capistrán, pero advierte que podría quedar un poco de incertidumbre sobre el comercio y otras políticas independientemente del ganador de la elección.
Hillary Clinton, la candidata del Partido Demócrata, ha dicho que el TLCAN necesitar ser ajustado, algo que no resultaría muy benéfico para México.