El banco suizo UBS ha ajustado a la baja su proyección para la economía mexicana en 2025, anticipando una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) del 0.7%.

Este pronóstico representa una revisión significativa respecto a estimaciones anteriores que apuntaban a un crecimiento nulo. 

Según UBS, varios factores contribuyen a esta perspectiva negativa, entre ellos:

  • Reducción del gasto público: La consolidación fiscal implementada por el gobierno mexicano ha limitado el dinamismo económico. 
  • Desaceleración en Estados Unidos: La ralentización del crecimiento en la economía estadounidense afecta directamente a México, dado el estrecho vínculo comercial entre ambos países. 
  • Incertidumbre política y comercial: Las políticas comerciales del segundo mandato de Donald Trump, incluyendo amenazas arancelarias y la próxima revisión del T-MEC en 2026, generan incertidumbre que impacta negativamente en la inversión y la confianza empresarial.

Este pronóstico de UBS es el más pesimista entre las estimaciones recientes. Otras instituciones financieras también han ajustado sus expectativas a la baja: Itaú BBA, Scotiabank y XP Investments prevén una contracción del 0.5%, mientras que Finamex, Santander y Valmex estiman una caída del 0.3%.

En contraste, el Banco de México (Banxico) ha reducido su pronóstico de crecimiento económico para 2025 a un 0.6%, citando una baja en el consumo y la inversión privada debido a la "elevada incertidumbre" por las políticas del nuevo gobierno de EE.UU.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), por su parte, mantiene una expectativa más optimista, proyectando un crecimiento entre 1.5% y 2.5% para este año. 

Analistas coinciden en que la economía mexicana enfrenta un entorno desafiante, marcado por factores internos y externos que limitan su crecimiento.