Los barcos para saneamiento de Valsequillo no sirven para esa función, ante la constante contaminación de las aguas. Así lo informó en entrevista la secretaria del Medio Ambiente, Beatriz Manrique Guevara, al confirmar que solo se utilizan en algunos puntos para quitar malos olores y mosquitos.
Explicó la funcionaria estatal que en administraciones anteriores se adquirieron tres barcos con tecnología IP de oxigenación del agua, que implicó erogación de 210 millones de pesos en su momento.
Los mismos, siguen en operación a través de personal asignado, pero el problema no es que la tecnología no sirva, sino que se generaron expectativas imposibles de cumplir.
Señaló la funcionaria estatal que cuando se tiene a la cuenca del alto Atoyac sin control de contaminantes, es como sacudir una mesa con polvo en un cerro.
“Vas a sacudir y a los dos minutos otra vez estará lleno, porque la tecnología sería exitosa para que preparen sus trajes de baño y naden en Valsequillo, si ya no estuviera entrando agua con el nivel de contaminantes que está entrando”, detalló.
Refirió que los barcos son un bien público, que están a resguardo, los que están siendo operados y ayudan en disminuir un par de días malos olores en el lugar donde trabajaron.
Asimismo, señaló que se su dependencia aportó a la Secretaría de la Función Pública toda la información al respecto.
“Es un área protegida de carácter estatal con plan manejo, estamos a través de subsecretaria de Territorio y Desarrollo Urbano, vigilamos de cerca que las actividades que se hacen respondan al plan de manejo”, dijo.
"Mientras no haya ningún cambio en esto, tenemos que continuar con el seguimiento y cumplimiento del plan de manejo de Valsequillo".
“Nos dejaron una carga que costaron 210 millones de pesos, ahora se tiene que dar mantenimiento, también a los embarcaderos, pagar a los capitanes de cada barco, miles de pesos que se tienen que inyectar”, aseveró.
Sin embargo, señaló que operarlos es lo menos costoso, ya que hay embarcaderos que hay que cuidarlos y son barcos que vayan a tener un destino en el futuro.
“Identificamos las zonas más cercanas con población, se disminuyen olores y mosquitos, pero no lo es la solución como se dijo en su momento”, insistió.
Asimismo, señaló que el lirio prolifera de una manera inadecuada, excesiva, hay alternativas que se han estado explorando, pero siempre el tema es económico, se necesita aplicar recurso público.