El Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (SEDIF) es una institución limpia, que protege a los menores de edad y brinda apoyo a las familias que más lo necesiten resaltó el gobernador, al avalar que se reconozca la violencia vicaria en la legislación, como parte de propuestas que ya se impulsa en el Congreso del Estado con el objetivo de proteger a los menores de edad y a las mujeres que sufren de maltrato.
“El DIF es una institución muy limpia, incorruptible que está actuando con enorme eficiencia y que todos los interesados hombres y mujeres se involucren en temas de la niñez, en todos los temas de igualdad sustantiva de los géneros, no solo entre hombres y mujeres sino entre todas las preferencias sexuales que se involucren en los hechos y claro que es función de los legisladores promover leyes, que es muy útil para una mejor regulación en la sociedad”, dijo.
Dijo que es importante que hombres y mujeres se involucren en el cuidado y protección de los menores de edad, esto en respuesta al reconocimiento de la violencia vicaria en la legislación local, tema que se discute en el Poder Legislativo.
Por parte del gobierno del estado, el mandatario dijo que el “SEDIF está al corriente de todo lo que ocurre para nuestros niños con toda atención y en eso estoy muy pendiente, el DIF dejó de ser lo que fue, un centro de negocios y veamos cómo evolucionan las regulaciones de estos temas”, sostuvo.
Y es que, la organización civil denominada “Frente Nacional contra Violencia Vicaria” tiene detectados al menos 12 casos de violencia vicaria, tema que aún no está reconocido legalmente, aunque ya se presentó la propuesta por parte de las diputadas Aurora Sierra Rodríguez y Mónica Silva Ruiz para reformar la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
En entrevista, la activista Micaela Giacobone Redes refirió que la violencia vicaria se caracteriza por la agresión contra la mujer por parte de su esposo o cónyuge como las amenazas con quitarle a sus hijos en el caso de una separación, los casos empiezan con la tortura física y psicológica hasta feminicidios.
Aunque esta organización tiene 12 casos registrados, se estima que hay más de 600 casos de este tipo en Puebla, de acuerdo a las legisladoras locales, quienes impulsan reformas legislativas a favor de las mujeres.
El caso de Adriana Ventura, una mujer que tiene dos hijos, es un ejemplo de la violencia vicaria, la fémina quien fue violentada física y sexualmente hasta ser abandonada en Chiapas, tras su desaparición por unos días, su familia fue a rescatarla, mientras que su esposo le quitó la custodia total de su hija lactante.
La mujer pidió el apoyo del gobierno del estado para obtener la custodia total de su pequeña y la de su hijo, pues el padre de sus hijos la amenaza con quitarle a los dos menores de edad, esto que resulta una agresión emocional utilizando a los menores.