La verificación vehícular en Puebla incluirá pruebas de inspección físico mecánica, visual y del Sistema de Diagnóstico de a Bordo (SDB), de acuerdo con el manual para la operación de los verificentros instalados en la entidad, publicado en el Periódico Oficial del Estado (POE).

El documento marca los lineamientos para la operación de estos centros, el personal que deberá laborar en ellos, el tipo de pruebas a aplicar y las medidas para evitar corrupción en la entrega de hologramas.

Hasta el momento no hay una fecha confirmada para el arranque del programa, que se encuentra detenido desde marzo de 2020, luego de que el Gobierno de Puebla suspendió las concesiones de los verificentros por irregularidades encontradas en sus equipos.

Sin embargo, de acuerdo con declaraciones del gobernador, Miguel Barbosa, la obligación para los automovilistas tendrá que ser cumplida a partir del mes de octubre.

La revisión físico mecánica se realiza de acuerdo con lo marcado en la NOM-236-SE-2021 y se compone de cinco etapas: profundímetro; alineador al paso; banco de suspensiones; frenómetro de rodillos y detector de holguras.

Con el profundímetro se medirá la profundidad del dibujo de las llantas, con el objetivo de determinar su estado físico.

El alineador al paso servirá para inspeccionar que el vehículo no tenga fuerzas de fricción que generen mayor consumo de combustible, además de afectar la vida útil de los neumáticos.

En el caso del banco de suspensiones servirá para revisar el correcto funcionamiento de este sistema, mientras que con el frenómetro de rodillos se inspeccionarán los frenos para evitar mayor contaminación por el calentamiento de pastillas y la pérdida de líquido que podría llegar al subsuelo.

Por su parte, el detector de holguras tiene el objetivo de asegurar el correcto funcionamiento de los sistemas de escape y frenos; que los amortiguadores mantengan su contenido hidráulico y que no existan holguras en rótulos de suspensión y dirección, entre otras piezas.

A lo anterior, se sumará una inspección visual para verificar la existencia de los tapones de gasolina y aceite; la bayoneta; el portafiltro de aire; la presión positiva del tubo de escape; las fugas del motor o transmisión; el desgaste o deformación de neumáticos y los componentes del control de emisión.

La inspección al Sistema de Diagnóstico de a Bordo (SDB) será obligatoria para los vehículos que tengan esta tecnología, y para ello se utilizará un scanner.