Otra persecución sobre la vía Atlixcáyotl, aunque ahora fue un robo de vehículo frustrado. Gerardo Alejandro Rodríguez Castro, de 21 años de edad, oriundo y vecino de Morelos, fue detenido por elementos de la Dirección de Seguridad Vial del Estado (DSVE) cuando trataba de escapar, tras robar una camioneta Nissan gris, placas SR97885 de Puebla, mientras que el propietario Antonio Hernández Palacios compraba en el Home Depot de plaza Angelópolis.

De hecho fue el mismo Hernández Palacios, a las 11:30 horas del jueves 9 de marzo, quien al salir de la tienda vio a Gerardo Alejandro cuando se llevaba su camioneta, aunque para su fortuna por el lugar pasaba la unidad 091 de la DSVE al mando del comandante Adán Delgadillo Ramírez, quien llevaba tres elementos más, por lo que iniciaron la persecución del vehículo y el sospechoso.

La camioneta avanzó dos kilómetros más; Gerardo Alejandro se dio cuenta que a la persecución se habían anexado dos unidades más, disminuyó la velocidad a cerca de 40 kilómetros y desde el vehículo en marcha se bajó, para refugiarse en una de las zonas residenciales, mientras que la camioneta salió del camino sufriendo daños en la parte delantera.

Por varios minutos los uniformados buscaron al sospechoso hasta que lo encontraron caminando y se lo llevaron a las instalaciones de la DSVE donde su titular, Jorge Verdusco Murillo, dio indicaciones para que el presunto responsable del delito de robo de vehículo fuera presentado a disposición del agente del Ministerio Público de la agencia especializada en este tipo de vehículos.

Triangulo delictivo
Gerardo Alejandro Rodríguez Castro mencionó que llegó a Puebla con otros dos sujetos más, todos originarios y vecinos de Morelos, con la intención de robar camionetas que estuvieran estacionadas. Al momento de que fue perseguido y detenido sus cómplices escaparon en un vehículo de características no reveladas.

Gerardo y su banda, especializados en el robo de vehículos, vienen de Morelos, roban vehículos en Puebla ‚Äîse especializan en las camionetas‚Äî y luego se dirigen a Guerrero para venderlas a miembros del crimen organizado.

Las investigaciones subsecuentes a la detención quedaron a cargo de la Procuraduría General de Justicia.