Los dueños de hoteles ubicados en el primer cuadro de la ciudad decidieron “lavarse las manos” en el asunto de la prostitución y le cerraron las puertas a las mujeres y hombres que ofrecen servicios sexuales, para evitar verse inmiscuidos en delitos de lenocinio y trata, por lo que a partir de la mañana del viernes ya no permitieron la entrada de sexo servidoras y éstas tuvieron que trabajar en calle.

Ayer mismo la Procuraduría General de Justicia (PGJ), por medio de un comunicado de prensa, dio a conocer informes sobre casos de lenocinio y de trata, dijo que en lo que va de esta nueva administración gubernamental han sido liberadas 115 víctimas de trata y se han consignado a las autoridades judiciales 190 personas implicadas en este ilícito.

Dichos informes fueron revelados durante la participación del Gobierno de Puebla, a través de la PGJ en el Encuentro Binacional sobre Trata, donde el procurador Víctor Antonio Carrancá Bourguet, gestionó apoyos para Puebla ante autoridades y organizaciones civiles de la unión americana.

“En Puebla trabajamos fuerte contra la trata de personas, ya que es un tema que anteriormente no se volteaba a ver, por lo que como procuraduría hemos realizado múltiples operativos, detenido gente y, lo que es más importante, rescatado víctimas”, subrayó Carrancá Bourget.

Durante su participación en el Encuentro Binacional sobre Trata de Personas que se realizó los días 24, 25 y 26 de octubre en la ciudad de Washington, el procurador de Justicia se reunió con diversas autoridades y organizaciones civiles de Estados Unidos, ante quienes gestionó apoyo para Puebla en materia de capacitación y recursos que permitan mejorar la atención que se brinda a las víctimas de este delito.

Les cierran las puertas a meretrices
Ayer mismo los propietarios de hoteles que se ubican en el primer cuadro de la ciudad, en zonas donde se ubican centros de prostitución, decidieron evitarse problemas legales y ya no permitieron la entrada de mujeres ni de hombres para servicios sexuales y negocios relacionados con la prostitución.

Otros hoteles que se anexaron a la postura de ya no permitir prostitución fueron los que se ubican cerca de la Central de Autobuses de Puebla (Capu).

Mujeres y hombres que se dedican a esta actividad no les quedó de otra que trabajar en las calles, con los riesgos legales correspondientes, ya que la prostitución se castiga en forma administrativa por las autoridades municipales.