La noche del domingo 15 de abril, Julián Sánchez Rodríguez, de 38 años de edad, fue interrogado en los separos del grupo Táctico de la Policía Municipal Preventiva (PMP) de la ciudad de Tehuacán. Cabe señalar que de manera inicial había sido detenido en el bar La Iguana por escandalizar, pero le encontraron en su teléfono celular varios teléfonos con claves que los uniformados presumieron sospechosas.

Cuando Julián fue detenido venía acompañado de un amigo. A los dos los separaron e informaron a su comandante directo Miguel Ángel Gómez Montero, quien a su vez lo reportó al encargado del Grupo Táctico, Alejandro Varela Casiano, quien ordenó que los detenidos fueran “calentados” para que se aclararan los números con claves.

Los policías interrogadores tenían el rostro cubierto con un pasamontañas, para que Julián no pudiera reconocerlos ni tampoco identificara el lugar a donde los iban a trasladar. También le colocaron un pasamontañas, lo amarraron de pies y manos y lo golpearon en diversas partes del cuerpo, además de que le aplicaron diversas torturas.

La golpiza se prolongó por varias horas hasta que Julián se sintió mal, por lo que lo llevaron a un hospital donde el hombre falleció. El personal de Trabajo Social dio parte de la muerte de Sánchez Rodríguez al Ministerio Público para que se iniciaran las primeras investigaciones, donde la necropsia practicada por el médico legista indicaba que su muerte se debía a una asfixia por obstrucción, alegando que el hombre se encontraba en estado de ebriedad.

Una segunda necropsia demostró que Julián Sánchez Rodríguez tenía estallamiento viceral por los golpes que recibió, presuntamente de parte de los policías adscritos al grupo Táctico: Iván Ríos Pineda, José Manuel Delgado Reyes, Eulalio Rojas Hernández, Leonel Tarango Ramos y José Armando Tequihuastle Hernández, quienes fueron presentados ante el Ministerio Público por la Policía Ministerial del Estado (PME) y después arraigados para que se continuará con las investigaciones.

La declaración del segundo detenido, amigo del ahora occiso, llevó al esclarecimiento de los hechos, y los siete elementos de la Policía Ministerial del Estado (PME) fueron acusados por los delitos de homicidio calificado, abuso de autoridad, tortura y lo que resulte.

La noche del martes los sospechosos fueron sacados del Centro de Arraigo que se ubica dentro del motel Avia, en la ciudad de Puebla y trasladados al Centro de Reinserción Social de Mediana Seguridad, donde quedaron a disposición del juez de Primera Instancia.