El gobierno del estado de Puebla, a través del la Procuraduría General de Justicia (PGJ) no se ha pronunciado con relación al secuestro y ejecución del ingeniero industrial Rafael Suárez Bobadilla, de 25 años de edad, secuestrado el 2 de diciembre pasado el la zona de Xicotepec de Juárez y aparecido muerto el 16 de enero en el ejido de Zapotitlán de Allende del municipio de Tulancingo Hidalgo, pese a que su familia pago 50 mil pesos de rescate.
Al respecto del “levantón” y asesinato del profesionista, la PGJ se ha mantenido en absoluto silencio, a través del medio informativo La Gaceta de la Sierra Norte, fue como se conoció que en el vecino estado de Hidalgo, se investigaba el hallazgo de un cuerpo sin vida, en estado de descomposición, semienterrado en una zona conocida como El Abra, localizado en el Ejido de Zapotitlán de Allende, que murió como consecuencia de asfixia por ahorcamiento, además de que presentaba traumatismo cráneo encefálico.
Suárez Bobadilla fue identificado por sus familiares por la ropa que llevaba puesta cuando fue secuestrado, además de una fractura en una de sus manos, quienes se trasladaron hasta el vecino estado, tras enterarse del hallazgo de un cuerpo. Dijeron que cuando ocurrió el secuestro los plagiarios les habían solicitado un rescate de millón y medio de pesos, les dijeron que no tenían tal cantidad y tras varias llamadas aceptaron 50 mil pesos, dinero que fue pagado en la caseta de cuota 132D, que se ubica en San Alejo, en Tulancingo.
El secuestro y ejecución del profesionista ha sido ocultado por la PGJ de Puebla.