Un total de ocho elementos de la Policía Municipal de Palmar de Bravo fueron arraigados por la Procuraduría General de Justicia (PGJ), pues estarían implicados en la fuga de César Morales Cortes, hijo del presidente municipal de esa localidad, Eduardo Morales Gines, quien estaría implicado en forma directa en la muerte de uno de los empleados de su padre, quien recibió un disparo de arma de fuego en la caja torácica.

Manuel Noria Salas, quien tenía 46 años de edad y presentaba una discapacidad física, fue asesinado presuntamente por negarle un vehículo a César Morales, quien se encontraba en estado de ebriedad y al parecer drogado. Los policías habrían recibido la orden de uno de sus superiores para dejar libre al sospechoso de homicidio, por lo que se presume que una vez que declaren los uniformados van a ocurrir más detenciones.

La muerte de Noria Salas, quien durante más de 20 años trabajó al servicio de la familia Morales Gines, ocurrió la mañana del sábado 31 agosto en la casa que se ubica en la Norte y la 6 Poniente del barrio del Carmen, donde los vecinos dijeron que escucharon la detonación de un arma de fuego, se asomaron para ver qué había pasado y no vieron a nadie, por lo que supusieron que el disparo vino dentro del misma casa del edil.

Tras el disparo, al lugar acudieron elementos de la Policía Municipal de Palmarito, además de personal de rescate, quienes reportaron que el herido ya había muerto; también, llegaron elementos del Ejército mexicano, que sólo tomaron un reporte y se retiraron. Se presume que los policías que estuvieron en el lugar de los hechos permitieron la fuga de César Morales Cortes. 

Los policías arraigados son: Edgar Hernández Trejo, José Teodoro Hernández Vázquez, Margarito Rosas Paredes, Jorge Leonel Aldana Cabrera, Pedro Adolfo Pacheco Silva, José Antonio Rosales Pérez, Antonio Hernández Vázquez y Martín Mirón Andrade.

Se presume que los uniformados recibieron la orden de liberar al sospechoso; la PGJ investiga quién dio la orden.