Cinco elementos de la Policía Municipal Preventiva (PMP) de San Andrés Cholula se encuentran internos en el Centro de Reinserción Regional de San Pedro Cholula, acusados por el delito de homicidio tumultuario, ocurrido en agravio de quien en vida se llamó Salvador Cano Hernández, a quien asesinaron a balazos porque no quiso detener su vehículo cuando se lo ordenaron.

La Procuraduría General de Justicia (PGJ) reveló que los uniformados consignados se excedieron en su “cumplimiento del deber”, pero en el reporte no informan de la situación legal de tres de estos cinco uniformados que fueron acusados por portación ilegal de arma de fuego, porque, sin tener el permiso correspondiente, portaban armas de fuego y las utilizaron para cometer un crimen.

El informe precisa que los policías acusados de homicidio tumultuario, pena por la que podrían purgar hasta 50 años de prisión, son: Hilario Florencio García, Omar Andrés Sánchez González, Alfredo Mani Zárate, Adrián Díaz Escamilla y Cristian Ortiz Chávez.
El informe precisa:  

“Alrededor de las 21:45 horas del pasado 14 de octubre, el agente del Ministerio Público, acudió a la calle Orión norte número 105, de la colonia Magisterial 2000, para realizar el levantamiento de cadáver de quien se llamó Salvador Cano Hernández, de 40 años de edad, mismo que perdió la vida a consecuencia de las lesiones producidas por proyectil de arma de fuego.

”De acuerdo con la averiguación previa 90/2013/AEHOM, se tiene conocimiento que aproximadamente a las 21:15 horas del mismo día, elementos de la Policía Municipal de San Andrés Cholula llegaron al lugar tras el reporte de que una persona se encontraba alterando el orden público, cuando de momento un vehículo marca VW tipo Pointer, de color gris, con placas del estado de Guerrero pasó junto a ellos, por lo que al solicitarle al conductor que se detuviera ya que se encontraba en estado de ebriedad, éste aceleró su marcha e intentó darse a la fuga.

”Ante ello, los elementos policiales, excediendo el cumplimiento de su deber, dispararon en contra de esta persona, quien ahora se sabe responde al nombre de Salvador Cano Hernández, mismo que minutos después perdió la vida”.

Las investigaciones del crimen que al respecto realizó la PGJ revelaron que Salvador Cano Hernández no portaba ningún tipo de arma de fuego ni efectuó algún disparo, sino que su único delito fue no detenerse cuando los uniformados le marcaron el alto, porque conducía en estado de ebriedad.

Antes de que ocurriera el crimen, los vecinos de Salvador Cano habían efectuado reportes que indicaban que este hombre portaba armas largas, lo que preocupó a los policías, a grado tal que cuando lo tuvieron de frente a la más mínima preocupación le dispararon.