La noche del viernes 2 de abril fue asesinado de varios disparos de arma de fuego Francisco Balbuena Ortega, el penúltimo de los hermanos Balbuena, que durante administraciones pasadas sirvieron como sicarios de caciques de la región de Acatlán de Osorio, y quienes uno a uno han sido abatidos a tiros, además todos eran reclamados por la justicia poblana tras haber participado en la matanza de elementos de la Policía Judicial de Puebla en el año de 1996.

Francisco Balbuena estuvo presente en una carrera de caballos que se celebró en el barrio de Vista Hermosa, del municipio de Guadalupe Santa Ana, y mientras se discutía que una de las puertas del partidero no se había abierto a tiempo, los presentes escucharon detonaciones de arma de fuego y vieron caer a Francisco Balbuena, en tanto que los tres agresores continuaron disparando sus armas para poder escapar de la escena del crimen, llegando hasta donde se encuentra un río y donde se perdieron.

En la huida de los delincuentes seis personas, entre éstas una menor de edad, resultaron con lesiones de arma de fuego: un hombre —de apellido Márquez— fue alcanzado por un proyectil, otro oriundo de Petlalcingo —que no descartan sea un presidente de apellido Vergara—, así como una joven que se dijo era nieta de Quintiliano Guzmán, otro gatillero de la región ejecutado por sus adversarios, así como otras personas que requirieron atención médica.

Se dijo que la muerte de Francisco Balbuena se dio durante la última carrera de caballos celebrada entre uno de Luis Herrera y otro de José Guzmán, donde una de las puertas del partidero no se abrió y mientras el cronista de la carrera esperaba la decisión de los jueces, fue como se dio la agresión armada; por lo mismo, quienes investigan el crimen verifican si esta irregularidad no fue un distractor para que asesinaran al gatillero, a quien de antemano sabían que se iba a defender, aunque no se dijo si le encontraron alguna arma.

Francisco Balbuena tenía orden de aprehensión pendiente por la muerte de dos elementos de la desaparecida Policía Judicial del Estado de Puebla, ocurrida en el año de 1996, lo mismo que sus hermanos, quienes poco a poco han sido asesinados.

Sólo sobrevive Saúl Balbuena, quien también tiene orden de aprehensión pendiente.

Al lugar donde ocurrió el doble crimen se presentó el agente subalterno del Ministerio Público para realizar las primeras investigaciones.