Azucena Jazmín Márquez Rodríguez, fue cesada como directora de los Centros de Reinserción Social (Ceresos), del Estado, tras haber sido vinculada con una red de trata de personas con fines de explotación sexual que operaba desde el interior del Cereso de San Miguel, a través de Marco Antonio Galván Ramírez, subdirector de seguridad y custodia, quien también fue obligado a renunciar.
En medio de un absoluto silencio el secretario de Seguridad Pública del Estado (SSP), Jesús Rodríguez Almeida, nombró como director de los Ceresos a Alejandro Cruz Maya, quien durante la administración de Almeida como titular de la SSPDF, fungió como jefe de la Dirección de Inspección Policial.
En tanto que la directora del Cereso fue cesada, la Procuraduría General de Justicia (PGJ), no emitió un solo comunicado donde confirmara que los ahora exservidores públicos siguen siendo investigados por delitos de trata de personas con fines de explotación sexual y en el caso de Galván Ramírez, también por el delito de violación, todos estos delitos en agravio de internas del área femenil del Cereso de San Miguel.
La SSP al respecto del cese de la directora de los ceresos y del nombramiento del nuevo titular, Alejandro Cruz Maya, envió un escueto boletín a seleccionados medios de comunicación donde precisa:
“El hoy Director General de CERESOS, Alejandro Cruz Maya, cursó las licenciaturas en Derecho e Ingeniería Civil, y las maestrías en Amparo y Construcción. Además, se ha desempeñado en puestos de alto nivel en la Procuraduría General de Justicia, y en la Secretaría de Seguridad Pública, ambas en el D.F, y en la Agencia Federal de Investigación (AFI) de la PGR en Nayarit y en Zacatecas”.
Las denuncias contra Jazmín Márquez
Intolerancia Diario, a través de la columna Porque los muertos corren rápido, presento tres copias de cartas que fueron entregadas dos al procurador General de Justicia, Víctor Antonio Carranca Bourguet y otra más al Gobernador del Estado, Rafael Moreno Valle, donde internas del área femenil del Cereso de San Miguel eran obligadas a prostituirse con internos del mismo penal y que quienes se negaban a los “sexo servicios”, eran encerradas en celdas de castigo, les negaban las visitas de sus familiares y las mantenían amenazadas.
Las mujeres que fueron y son obligadas a prostituirse les pagaban por cada sesión, la cantidad de 300 pesos, además de que les daban determinados “privilegios”.
Una de las cartas que fueron enviadas por las afectadas no solo implicaron a Azucena Jazmín Márquez Rodríguez, en el delito de trata, también fueron implicados:
El exdirector del Cereso, Oscar Ramírez Martínez y al actual director Rafael Carvajal Paz, así como a uno de los supervisores apodado “El Carmín”, Adalberto (a) “El Cuatro o El Grillo”, los jefes de grupo, el comandante Ubaldo, (a) “El Soldado”, el coordinador y el subdirector de Seguridad y Custodia, Víctor Hugo García Rosales y Marco Antonio Galván Ramírez.
La carta del 23 de julio
La denuncia fue presentada por una de las internas, de la que por obvias razones no se va a mencionar su nombre, aunque este sí aparece en el escrito junto con su firma.
La afectada dice que en el mes de febrero fue llamada con otras de sus compañeras al área de Control del Centro Carcelario, donde un supervisor al que le apodan “El Charmín”, le dijo a los custodios que las llevaron que las dejaran en ese lugar porque iban a hablar con Víctor Hugo García Rosales, quien en ese tiempo era el jefe de Seguridad y Custodia y quien les dijo que había muchos internos que les gustábamos y que bien podrían ganar un dinerito por verlos, que solo sería gente solvente y que ellos, refiriéndose a las autoridades, nos darían toda la protección.
En ese momento una de las internar reclamó diciendo que casi las estaban prostituyendo, fue cuando intervino Marco Antonio Galván Ramírez, quien es el superior de Hugo García, por ser el subdirector de Seguridad y Custodia del Penal, quien les dijo a las internas que no era prostitución, que era una forma de ayudarlas y que además con lo que ellos ganaran les darían toda la protección de la autoridad, interviniendo también Ubaldo, quien es jefe de grupo, “El Charmín” y Adalberto “El Grillo”, quien era jefe de grupo y actualmente ocupa el lugar de Víctor Hugo García Rosales, como coordinador general de Seguridad y Custodia.
En esa reunión también estuvo Oscar Martínez Ramírez, quién era el director del Penal y quien les dijo que él se iba a hacer cargo de los arreglos y que les llevaría “malillosos”.
Tras esa reunión se iniciaron los sexo servicios, los internos del área varonil iban a ver a las internas, se acercaban con ellas a platicar y luego les decían que le iban a dar al director Oscar Ramírez y después al actual director Rafael Carvajal Paz, porque aún con la mecánica cambio de director. Les pedían que les dijeran que día querían ir a la visita íntima para que les apartaran el cuarto.
Otros encuentros, que les llamaban “entrevistas” se realizaban en la Aula Magna del Área de Control.
Con la directa vigilancia de los comandantes Adalberto y Ubaldo ocurrieron los “encuentros sexuales”, ya fuera en el área de visita intima o en las tiendas hechas con cobijas en el área de la Explanada Familiar de la zona varonil del Cereso.
Los “clientes” les decían a las internas que ya le habían pagado al comandante Marco Antonio Galván, y que al termino de los “encuentros” les daban 300 pesos y les decían que era “su parte”, además de que las obligaban a firmar hojas donde aparecía su nombre y el nombre del interno que había pagado, las hojas eran para que expresaran su consentimiento para bajar a esas áreas, además de que no se les olvidara el nombre del “cliente”.
La mujer que denuncia dijo que tras el “primer encuentro” dijo que ya no lo haría y fue amenazada con 15 días en el área de castigo de la sección femenina del Cereso, por lo que tuvo que seguir aceptando.
La directora de los Ceresos estaba enterada
En la misma denuncia la afectada dice que junto con las internas que eran obligadas a prostituirse hablaron con Azucena Jazmín Márquez, quien es la directora de centros de reinserción del estado, cuando fue de visita, porque ya estaban hartas de la explotación y el acoso y les respondió:
“Que deberían dar las gracias porque las están ayudando a ganar un dinerito, que ella era amiga del comandante Galván, que por eso lo había puesto ahí, pero en todo caso, sin que se lo pidieran las internas, hablaría con él para que no abusara y les diera más dinero, que por lo menos la mitad de lo que se cobraba, porque ella era mujer y tampoco iba a estar dando las nalgas por tan poquito.”
Lo que les hizo suponer que esta funcionaria estaba implicada en los delitos de de trata de personas con fines de explotación sexual y lenocinio.
La carta del 3 de agosto
"Mi hija, es interna del CERESO de Puebla y como ya lo describió usted en algunas de sus columnas, los mismos directivos las están obligando a prostituirse y si no lo hacen peor les va.
”Mi hija es una de las afectadas y tontamente pensamos que ir directamente con el Gobernador podría ser de ayuda, pero da la casualidad de que hay una consigna de parte de alguien (supongo que del mismo Gobernador), de no recibir ningún documento que trate de este asunto.
”Hoy por la mañana me dirigí a entregar un documento firmado por mi hija en el que le solicita ayuda al gobernador por los acontecimientos que suceden en el CERESO y cuál fue mi sorpresa que al llegar a dejarlo en su oficina, no me fue recibido el mismo, después de que quien lo iba a hacer, previamente leyó el mismo, mando a llamar a alguien que me imagino era su superior y este le dijo que no lo recibiera, y sin más razón me fue devuelto y se me solicitó que me retirara"
"Sin entender el porqué de esta actitud me dirijo a usted, y le suplico haga público este caso, pues no es posible que estas situaciones se estén dando en Puebla, ya basta de callar la realidad de toda la gente podrida que dirige el CERESO de San Miguel, y que se les siga permitiendo que violen a las mujeres que ya de por si están pagando una pena dentro del CERESO"
"Le agradezco de antemano el apoyo y de ser posible la difusión de la carta que mi hija quería hacer llegar a un Gobernador que no quiere ver la realidad de los malos elementos de los que se rodea y que solo hacen mal a esta sociedad.
La denuncia presentada por escrito
Quienes son acusados por el delito de violación son Marco Antonio Galván Ramírez, subdirector de Seguridad y Custodia, y un comandante apodado “El Grillo”, ambos mandos del área de seguridad y custodia del Cereso, la afectada es una interna del área femenil de este mismo centro, de la que por obvias razones no vamos a dar el nombre, aunque una copia de esta denuncia nos fue entregada.
La afectada denunció que el pasado primero de julio a las 12 horas, fue llevada a la oficina que se encuentra al final de un pasillo que se ubica antes de llegar a la conocida Aula Magna. Al momento de llegar el comandante le indicó —a la persona que la llevaba— que la dejara y que cerrara la puerta.
Una vez cerrada, dijo que este señor —Galván Ramírez— le dijo que era muy bonita y que era una pena que estuviera presa, preguntándole por quienes la visitaban, siguió tocándola y le dijo que él podía lograr que viviera más cómoda en el edificio donde estaba asignada, “que debería de ser buena y accesible con él”.
En esa oficina, oculta bajo una falsa pared de madera, se encontraba otra habitación, con camas, donde la llevó bajo el argumento de que le iba a enseñar unos documentos para modificar las estancias.
Al llegar a esa oficina fue obligada a quitarse la ropa y fue violada por Marco Antonio Galván, quien le dijo que era buen amigo de la directora de los Centros de Reinserción Social, Jazmín Márquez, y que él hacía y desasía del penal sin que nadie le dijera nada, además de que a esta servidor le entregaba el dinero de los “negocios sucios del penal”.
La afectada dice haber sido violada por el subdirector de Seguridad, que no utilizó condón y que le dijo que “más le convenía dejarse, porque como enemigo no lo conocía.
Al terminar la agresión sexual le pidió que se vistiera, le ordenó a un tal “Charli” que la regresara a su celada y le advirtió que la iba a volver a llamar.
El 8 de julio, Marco Antonio Galván la volvió a llamar, tenia intensiones de volverla a violar pero ella le dijo que estaba menstruando, entonces la regresó y le advirtió que la volvería a llamar.
La carta de13 de agosto
"La denuncia es por hechos que van desde la extorción a las internas, el movimiento de dormitorios y los castigos por faltas inventadas, se ven agravados por el abuso sexual y la trata de personas con fines de explotación sexual.
”En lo particular yo fui llamada por el comandante Marco Antonio Galván Ramírez, y me ofreció trabajo en el penal, proporcionando servicio sexual a los internos hombres del mismo penal, a lo que yo me negué, pues yo no soy ninguna prostituta. Sin embargo fui amenazada por este mismo comandante y mediante intimidaciones, me obligó a sostener relaciones sexuales con él, pues me amenazó con que mi vida en el penal iba a ser un infierno y que me quitaría la visita y la posibilidad de ver a mis hijos, uno de los cuales está enfermo.
”Después de eso me dijo que lo tendría que ver cada semana, porque él tenía "esa madre", refiriéndose a su parte viril, "para usarla".
”Sin importar lo anterior, he si manoseada por sus subordinados, el comandante Adalberto Velazco Reyes y un comandante llamado Ubaldo, quienes me tocan los glúteos y han pretendido besarme por la fuerza, en el cubículo de psicología, en el área de gobierno de la sección femenil del CERESO.
”La semana pasada, se acercó a mí el señor Rafael Carvajal Paz, quien es el director del reclusorio y me dijo que a él lo tendría que ver también cada semana, cuando entro el comandante Galván y sacando un envoltorio con polvo blanco que puso sobre la mesa y me quería obligar a inhalarlo, me dijo que tenía que tratar muy bien al señor director.
”En ese momento sonó el teléfono, contestó el comandante y dijo que era "la maestra" que es como le llaman a la directora general de centros, Azucena Yazmín Márquez Rodríguez, y le llamaron a una custodia para que me regresará a la sección femenina.
”No soy la única interna de la que estos señores abusan y aunque otras compañeras se han quejado con la directora de centros, esta ha mostrado que los protege y nos ha dicho que mientras ella este, nadie va a hacerle nada al comandante, porque es su amiga y sabe ser amiga.
”Otras internar, que incluso lo han denunciado ante la autoridad, están en constante amenaza y les han dicho que mejor 'ya no hagan polvo', porque hasta les siembran algo y les vienen abriendo un proceso.
”Por eso acudo ante usted –se refiere al gobernador–, como máxima autoridad, para suplicar su ayuda y que cesen todas estas ilegales conductas, en el CERESO Estatal".
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