El domingo 4 de octubre, en terrenos de cultivo de la comunidad de Santa María Moyotzingo, del municipio de San Martin Texmelucan, vecinos hallaron el cuerpo sin vida de una joven mujer que presentaba huellas de violencia física y sexual, además de un disparo de arma de fuego en la nuca. La mujer estaba desnuda.

La mujer, de acuerdo a las investigaciones hechas por la Procuraduría General de Justicia (PGJ), habría estado en una fiesta cerca del lugar donde fue encontrada, y pudo haber aceptado “la ayuda” de sujetos que se ofrecieron a llevarla a su casa y ella acepto.

Estos mismos sujetos pudieron ser quienes la golpearon, despojaron de sus ropas, violaron y después asesinaron de un balazo para que no los pudiera denunciar, luego entonces esta mujer conocería a sus atacantes.

La mujer fue hallada abajo del primer puente de San Jerónimo Tianguismanalco, de la carretera federal México-Puebla, en el tramo de Huejotzingo-Texmelucan.

Horas antes de este hallazgo, una joven de 15 años de edad, de nombre Ana Karen habría sido atacada y degollada por sujetos desconocidos en otro punto del territorio poblano. 

Los feminicidios de Puebla

De acuerdo a un reporte del mes de septiembre del Observatorio Ciudadano y Reproductivos de Puebla (Odesyr), el gobierno de Puebla tiene falta de interés para detener las violencia contra las mujeres y asegurar a las víctimas de feminicidios que del año 2013 a septiembre se registraron 165 casos y únicamente se resolvieron 12.

En ese lapso, la Procuraduría General de Justicia solo consignó 17 casos al Poder Judicial, donde se dijo que de todos estos casos solo uno había terminado con sentencia. 

De las cifras de los casos de feminicidios, el Observatorio de Violencia Social y de Género, a cargo de Lourdes Pérez Oceguera, informó que de enero a septiembre Puebla ya presentaba casos de homicidios contra mujeres y hasta el mes de noviembre de este mismo año, los casos llegaron a sumas más de 70.

El informe de Pérez Oceguera indica que cada tres feminicidios que ocurren en el estado uno sucedió en la ciudad de Puebla

A todo esto, denunció que de estos casos la PGJ solamente ha reconocido 18.

Los municipios donde se registran más casos de feminicidios son Atlixco, Tecali de Herrera, Tecamachalco y Tehuacán.

La Jornada de Oriente, al respecto, publicó las declaraciones del Consultor de las Naciones Unidas, Samuel González Ruiz, quien también fue titular de la Seido de la Procuraduría General de la República, que los casos de feminicidios presentan un patrón similar a los casos de Ciudad Juárez, Chihuahua, de la década de los 90, por lo que consideró necesario la aplicación del Protocolo Alba, en la entidad.

“Los feminicidios de Puebla tienen el mismo patrón que de Ciudad Juárez, los homicidios no quieren ser investigados porque ya son demasiados; chicas jóvenes que mueren de varias puñaladas, indagatorias idénticas que las autoridades ministeriales convierten en un homicidio que puede ser ritual y serial en un crimen pasional”.

Explicó que en las fotos originales de las asesinadas —como sucede en el caso de Martha Alejandra Mena Martín del Campo— se ve claramente que hay una serie de cortadas solo encaminadas a causar dolor.

“No es un encargo, es un asunto serial o ritual que tiene un propósito de poder, como sucede con los asesinatos por el narcotráfico”, destacó el ex funcionario federal.

“Al no haber indagatoria se fabrica al culpable que siempre es el novio, alguien allegado a la víctima”, señaló.

Otro patrón que se observa, mencionó, es la tortura para luego fabricar las pruebas que den legitimidad.

Septiembre del 2015

Semidesnuda y con golpes propinadas con una piedra hallaron a Verónica Espinoza Arcos, una profesora de kínder de 43 años de edad, en un paraje de la junta auxiliar de San Francisco Totimehuacán. Sus familiares la habían reportada como desaparecida el viernes por la noche 

La Procuraduría General de Justicia confirmó el caso, luego de que la mañana del sábado 5 de septiembre.

De la muerte de Verónica Espinoza Arcos, quien tenía 43 años de edad, se descarta que pueda tratarse de un robo, ya que quienes o quien le quitó la vida no se robó su camioneta Jeep, tipo Patriot, con la que había salido de su domicilio.

De acuerdo a los primeros reportes sobre el asesinado de Verónica, se sabe que la mañana del sábado acudieron sus familiares ante el Ministerio Público a denunciar su desaparición, más tarde su cuerpo fue hallado, sin que en ese momento se supiera que se trataba de ella, debido a que no llevaba una sola identificación o valor.

Octubre 2015

Sin más pruebas que una polémica confesión, hecha sin su abogado defensor presente y sin sustento de prueba, en las próximas horas José María Sosa Álvarez (a) “Chema”, acusado de manera inicial por falsedad en declaraciones judiciales, ‎enfrentó a la justicia poblana por el cargo de feminicidio en agravio de Paulina Camargo Limón, de 19 años de edad, que cumple 58 días de desaparecida, delito sancionado con 60 años de prisión.

La reacción de la Procuraduría General de Justicia, al consignar el expediente por desaparición de persona al Juzgado Tercero de Primera Instancia tiene dos razones, la primera, despertar el asunto que la misma dependencia censuró para colocar una cortina de humo, en el caso de la negligencia de la procuraduría para poder haber resuelto en forma satisfactoria ni un solo caso de linchamiento y la segunda porque el asunto ya estaba empantanado y la defensa de José María ya tenía alegatos suficientes como para demandar ante las autoridades federales su pronta libertad.

Las cartas sobre la mesa

El caso de la desaparición de Paulina Camargo ha sido antesala de muchas discusiones legales, fuera del acto oficial, que de primera entrada niegan que pueda existir un delito de feminicidio ‎nada más porque, de acuerdo con las mismas investigaciones que realizó la PGJ no existía una relación romántica entre la desaparecida Paulina, de quien no se confirma en forma fehaciente que haya sido asesinada, y su pareja José María, por lo cual estaría quedando solo en homicidio.

Además, la PGJ ha desestimado varias líneas de investigación por el caso Paulina.

Un ejemplo claro es que el Ministerio Público no investigó lo de las supuestas llamadas que recibieron los familiares de Paulina, que indicaban que había sido secuestrada o se trataba de extorsionadores.

Otro hecho que la PGJ no ha explicado o mejor dicho no lo hace para que no se confirme la negligencia en la investigación, fue por qué tardó casi 20 días para asegurar el cateo a la casa donde vivía José María y su hermano, además de por qué realizó cateos a la misma cuando ya había más familiares del sospechoso viviendo en ese lugar.

¿Jamás se les ocurrió pensar que ya se había contaminado el sitio donde pudo haber ocurrido un crimen?

Además, sería como para Ripley que un baño de un departamento de Infonavit haya podido ser alterado para ocultar un cuerpo.

Parece de risa, pero en esos departamentos cuando alguien estornuda el vecino contesta “salud”.

En otras palabras, la PGJ carece de todas las pruebas necesarias para poder consignar a un estudiante por un caso de homicidio, sobre todo si pretende "para la foto" anexarle el feminicidio.

Deja a manos de los abogados defensores de José María toda la posibilidad de “vestirse de luces” para ganar el caso con un amparo federal.

Tome nota

El Congreso local aprobó tipificar en el Código Penal del estado la “tentativa de feminicidio”, que se configurará cuando se compruebe que un hombre golpeó al menos en dos ocasiones de manera dolosa a una mujer.

Este delito, de acuerdo con la reforma aprobada, castigará con penas de 24 a 40 años de cárcel la “violencia reiterada” contra la mujer.

La iniciativa fue anunciada por el gobernador Rafael Moreno Valle el pasado 26 de noviembre durante la ceremonia del día internacional contra la violencia hacia la mujer, y presentada el 2 de diciembre.

La propuesta surge luego de que organizaciones y académicos denunciaron que se ha registrado un alza en el número de feminicidios en esta entidad.