Sujetos hasta el momento desconocidos, se metieron a una casa de la colonia América Norte, donde torturaron y asesinaron a un hombre de 64 años de edad, a quien lo dejaron amarrado de las manos con un cable de luz.

La hija de este hombre fue quien encontró a su padre inconsciente y amordazado, por lo que solicitó el auxilio de la Cruz Roja, llegando paramédicos que lo revisaron y le dijeron que ya nada se podía hacer pues su padre había muerto.

El crimen ocurrió en una de las casas de la 12 Oriente y 34 Norte.

Agentes de la Policía Investigadora y el Ministerio Público, además de peritos en criminalística y medicina forense, ingresaron a la propiedad para iniciar las primeras investigaciones del caso, siendo trasladado el cuerpo al Servicio Médico Forense (Semefo), a fin de que el médico legista se hiciera cargo de la práctica de la necropsia.

No se dijo si él o los homicidas se llevaron algo de valor, solo trascendió que al hombre lo torturaron, presuntamente para arrancarle alguna confesión y después lo asesinaron a golpes.

Al término de las primeras investigaciones el cuerpo fue entregado a sus familiares para las diligencias del sepelio.