El pasado martes 27 de febrero, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Agencia de Investigación Criminal se presentaron en un inmueble de Culiacán, Sinaloa para realizar un cateo, resultando abatido el jefe de seguridad de la familia de Joaquín “el Chapo” Guzmán, Luis Alfonso Murillo Acosta, alias “el Güero Ranas”, presunto coordinador del ataque perpetrado contra miembros del Ejército en septiembre de 2016, en el cual murieron cinco uniformados y otros 12 resultaron heridos.
Alfonso Murillo Acosta también es señalado como el encargado de “la seguridad de la descendencia y familiares” del Chapo en Sinaloa, y está ligado al robo y tráfico de combustible en el estado.
Los agentes de seguridad y los soldados “fueron agredidos por individuos que intentaban huir” por lo que repelieron el ataque con un saldo de dos muertos y la detención de tres personas, entre ellos un hombre y una mujer que resultaron heridos.
Una fuente del gobierno federal que pidió no ser identificada dijo a la agencia AFP que Luis Alfonso Murillo Acosta era considerado como “un generador de violencia bajo las órdenes de Archivaldo Iván Guzmán Salazar, el Chapito”, hijo del capo.
En el lugar de los hechos, las autoridades aseguraron seis armas largas, una corta y un vehículo, así como “una cantidad por determinar de sustancias con características similares a diferentes drogas”.