El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, defendió su candidatura para presidir el Fondo Monetario Internacional (FMI) al subrayar que “tengo experiencia técnica en política económica y también en la diplomacia”.
“Estar cinco años en el segundo nivel del FMI requiere de mucha habilidad diplomática”, dijo y agregó en entrevista con el diario Expansión que “además he estado muy involucrado en el G20 y en otros procesos importantes para mi país”.
Lo que inspira su candidatura es lo que el G20 ha propuesto que la elección del titular del FMI sea un proceso abierto, justo y basado en méritos, dijo.
“Valorando todo lo que se requiere, soy un candidato muy fuerte”, puntualizó.
Cuestionado sobre el cierre de filas de algunos miembros del llamado G-8 a favor de la ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, aseveró que el único que la ha apoyado con todas sus palabras es su colega de Exteriores, Alain Juppé.
Hizo hincapié en que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, ha dicho que espera un proceso abierto y que “tanto Lagarde como yo somos creíbles.
“Por tanto, dijo, Estados Unidos no ha cerrado filas en el G8, Japón y Canadá tampoco. Sabíamos lo que iba a pasar. Europa está actuando en bloque”.
Al referirse a la crisis económica, Carstens consideró que Europa no ha sido lo suficientemente rápida para abordar los problemas. “Hay que ser más rápido y contundente. Mostrar resultados”, agregó.
Una larga tradición reserva a Europa la dirección gerencia del organismo internacional, reforzada ahora por la crisis de deuda soberana de esa región.
Las principales economías emergentes se han pronunciado al menos desde 2009 por procesos abiertos para ese cargo, y ahora buscan cumplir ese objetivo.