Illinois se convirtió hoy en el estado número 16 en Estados Unidos en abolir la sentencia de muerte, al entrar en vigencia una ley que elimina la pena capital.
Los primeros beneficiarios de esta ley son 15 reos condenados a la pena de muerte y que el mismo día que el gobernador Pat Quinn firmó la legislación -el 9 de marzo pasado- lograron conmutar su sentencia a cadena perpetua.
“Fue una decisión difícil, que representó literalmente la elección entre la vida y la muerte, y no podía darse de manera ligera, procedió de una reflexión personal profunda”, expresó Quinn en esa ocasión.
La abolición de este castigo fue aprobada por el Congreso estatal el 11 de enero pasado, aunque el gobernador tardó en promulgar la legislación debido a la polémica que se generó.
Durante ese proceso, los opositores a la pena de muerte argumentaron que aún no se había logrado evitar que inocentes fueran ejecutados, lo que representa un homicidio patrocinado por el estado.