Los brutales métodos usados por las fuerzas de seguridad sirias contra las manifestaciones de mayo pasado en la ciudad siria de Tell Kalakh, en el oeste de Siria, podrían constituir crímenes contra la humanidad, denunció hoy Amnistía Internacional (AI).
En su informe titulado Crackdown in Syria: Terror in Tell Kalakh, AI documenta las muertes bajo custodia, torturas y detenciones arbitrarias cometidas por el ejército y las fuerzas de seguridad de Siria contra los residentes de esa localidad cercana a la frontera con Líbano.
“La mayoría de los crímenes denunciados en este informe caen bajo la jurisdicción de la Corte Penal Internacional (CPI), pero antes el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debe remitir la situación al fiscal de la corte”, indicó AI en su reporte divulgado en su sitio web.
“Los relatos que hemos oído de testigos sobre los eventos en Tell Kalakh describen un panorama profundamente perturbador de abusos sistemáticos y dirigidos para aplastar a la disidencia”, dijo Philip Luther, director adjunto de AI para Medio Oriente y el Norte de África.
Las conclusiones del documento se basan en entrevistas realizadas en Líbano y telefónicamente a más de 50 personas en los meses de mayo y junio, dado a que a AI no se le ha permitido entrar en Siria.
La operación comenzó el pasado 14 de mayo, cuando el ejército y las fuerzas de seguridad entraron en Tell Kalakh tras una manifestación en demanda de la caída del régimen del presidente Bashar Al Assad, dejando al menos un muerto en esa ocasión.
En los siguientes días, hubo redadas y detenciones de decenas de personas, quienes muchos fueron torturados con el método del fantasma (shabah) que consiste en atar al detenido por las muñecas a una barra situada a una altura que los obliga a permanecer de puntillas.
Entre los torturados figuró “Mahmoud”, de 20 años de edad, quien fue detenido el 16 de mayo y puesto en libertad casi un mes después.
“Todo los días pasaba lo mismo. Me ataban en la postura del fantasma y me aplicaban descargas eléctricas en los testículos y en otras partes del cuerpo. A veces yo aullaba de dolor y suplicaba que pararan”, denunció “Mahmoud”.
Según testigos, al menos nueve hombres murieron bajo custodia tras ser detenidos durante la operación de seguridad de Tell Kalakh.
AI, con sede en Londres, ha pedido a las autoridades sirias poner en libertad a todas las personas –incluidas las menores de edad– detenidas arbitrariamente y por tomar parte en manifestaciones pacíficas o expresar sus opiniones disidentes.
La organización considera que los delitos perpetrados en Tell Kalakh constituyen crímenes contra la humanidad, pues parecen formar parte de un ataque generalizado y sistemático contra la población civil.
El informe de AI fue difundido un día después de que las fuerzas de seguridad sirias y francotiradores leales al régimen mataron a 22 personas al avanzar las tropas por el centro de la ciudad de Hama.
Según la Organización Nacional para los Derechos Humanos en Siria (ONDHS), a menos 22 personas murieron y otras 80 resultaron heridas por disparos efectuados por la policía entre el martes y este miércoles en la ciudad de Hama, en el centro del país.
Numerosos habitantes de Hama han tenido que desplazarse a Damasco y otras ciudades debido al empeoramiento de la situación de seguridad y a los “asesinatos y detenciones”, denunció la organización en un comunicado.
Desde el inicio de las protestas contra el régimen de Assad, a mediados de marzo pasado, al menos mil 375 civiles y 346 militares y policías han muerto, según el recuento del Observatorio Sirio de Derechos Humanos.