La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, inauguró hoy un mural en honor a la ex primera dama Eva Duarte de Perón, el cual, por sus dimensiones, se convertirá en un nuevo símbolo de Buenos Aires.

Al cumplirse 59 años de la muerte de Evita, como es llamada quien fuera esposa del dos veces presidente Juan Domingo Perón, la presidenta argentina la homenajeó acompañada de decenas de miles de trabajadores sindicalizados.

Evita es un auténtico ícono cultural e histórico de todos los argentinos”, heredera, de alguna manera, del legado de poder femenino que la fallecida ex primera dama construyó en Argentina, afirmó.

La obra quedó instalada en la fachada del Ministerio de Desarrollo Social, a través del cual, Duarte de Perón puso en marcha históricos programas sociales que beneficiaron a la clase trabajadora del país.

El mural, que fue armado con luces multicolores por el reconocido artista argentino Daniel Santoro, pesa 15 toneladas, mide 31 metros de alto, 24 de ancho y mira directo hacia la Avenida 9 de Julio, que es la arteria principal del país.

Fernández de Kirchner recordó que Evita fue “la más insultada” por la oligarquía, pero también la mujer más venerada por los trabajadores, por lo que terminó obteniendo la victoria eterna del amor del pueblo.

Esa mujer, desde el fondo de la historia, nos enseña que nada se obtiene sin sacrifico, que enfrentarse a los poderosos tiene un precio, y que defender a los humildes y los que menos tienen cuesta caro”, afirmó.

Mientras la presidenta daba su discurso, miles de trabajadores marchaban por las calles en recuerdo de una mujer que sigue siendo motivo de polémicas históricas, quien después de haber nacido en la pobreza se transformó en una glamorosa primera dama.

Evita se convirtió en la mujer más poderosa de Argentina durante la primera presidencia de Perón (1946-1952), pero en 1952, a los 32 años, murió sorpresivamente de un cáncer y quedó convertida en uno de los máximos mitos de la historia del país sudamericano.

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