La medida, aprobada este jueves por el Concilio Municipal, es apoyada por el alcalde Rham Emanuel y pretende que ayude a combatir el crimen en Chicago y evite que los niños se conviertan en víctimas de delitos.
Bajo la nueva disposición, el toque de queda para menores de 12 años empieza a las 20:30 de domingo a jueves y de las 21:00 horas los viernes y sábados, y si en algún caso no se localizan a los padres del niño, este será llevado a una estación de policía.
A la fecha el toque de queda vigente era para todos los menores de 16 años a partir de las 22:00 entre semana y de las 23:00 los fines de semana, medida que seguirá siendo la misma para edades entre los 12 a 16 años.
Los infractores de esta medida, que por supuesto serán los padres o tutores, estarán sujetos a una multa de hasta 500 dólares o servicio a la comunidad. El año pasado la policía de Chicago registró 19 mil 500 multas por violaciones al toque de queda.
Al respecto, el alcalde Emanuel defendió la medida por ser una forma de respaldar a los padres de familia y que en muchas ciudades ha reportado una reducción de 10 por ciento en el número de niños víctimas de la violencia.
En tanto, el jefe de la policía de Chicago, Garry McCarthy, declaró que el nuevo toque de queda ayudará a evitar que más gente sea baleada en las calles por la noche.
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