El Vaticano guardará silencio sobre la demanda presentada ante la Corte Penal Internacional (CPI) contra el Papa Benedicto XVI y otros prelados por los casos de pederastia clerical, anunció hoy el vocero Federico Lombardi.

Consultado por la prensa, Lombardi evitó referirse a la denuncia por “crímenes de lesa humanidad” elevada ante la CPI contra varios funcionarios eclesiásticos por la asociación Red de Sobrevivientes de los Abusos de los Sacerdotes (SNAP por sus siglas en inglés).

Benedicto XVI fue involucrado en la investigación por su anterior puesto como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe; los demandantes también pretenden procesar a su sucesor en el cargo, el cardenal William Joseph Levada.

Sumaron los nombres de los últimos dos secretarios de Estado de El Vaticano a su demanda, los purpurados Angelo Sodano y Tarcisio Bertone.

Según un centro de derechos humanos que apoya a la SNAP, presentaron un fascículo de más de 10 mil páginas para demostrar que El Vaticano “tolera y permite la sistemática y difundida protección” de quien comete abusos contra menores en todo el mundo.

Explicaron que decidieron dar el “histórico paso” de acudir a la CPI, con sede en La Haya, Holanda, para proteger a todos los niños inocentes y los adultos vulnerables.

En defensa del Papa salió el cardenal Crescenzio Sepe, arzobispo de Nápoles (en el sur de Italia), quien calificó de “delirantes” los señalamientos contra el obispo de Roma.

“Aquí existe, debemos decirlo muy concretamente, el intento de siempre anticatólico que tiende en alguna manera a ofuscar una imagen que, desde el punto de vista humano, es lo más prestigioso que tenemos en nuestra sociedad”, aseguró.