China lanzó hoy con éxito su primer módulo que le permitirá llevar a cabo experimentos en el espacio, evento considerado como un “hito” en el gigante asiático y que pretende ser el primer paso en la creación de una estación espacial para 2020.
El cohete Larga Marcha 2F partió a las 21:16 horas locales (13:16 GMT) desde la base de Jiuquan, en pleno desierto del Gobi, al noroeste del país, y los expertos indicaron que el módulo entró en órbita a 350 kilómetros de la Tierra unos 10 minutos después de su lanzamiento.
El evento, seguido en directo por el presidente Hu Jintao, fue programado dos días antes del 1 de octubre para coincidir con la fiesta nacional que conmemora la fundación de la República Popular, en un acto de propaganda seguido por los medios de comunicación del país.
Según los planes del gobierno, la nave Shenzhou VIII será lanzada en noviembre para el primer ensayo de acoplamiento con el Tiangong-1, una operación difícil según los expertos, ya que los dos artefactos deberán unirse mientras viajan a una velocidad de 28 mil kilómetros por hora en torno a la Tierra.
Si la operación es exitosa, los dos artefactos se mantendrán unidos durante 12 días, antes de que el Shenzhou VIII vuelva a la Tierra, según el diario China Daily de este jueves, que aseguró que Pekín llevará a cabo una segunda prueba de este tipo antes de finales de año.
“Se trata de un paso adelante para nuestra tecnología espacial y aérea, y es un cimiento importante en nuestro proyecto de establecer una estación especial”, comentó el profesor de aeronáutica Huang Jun, de la Universidad de Pekín.
Admitió sin embargo que, pese a los avances de China, país que en 2008 logró efectuar su primer paseo espacial, todavía hay una gran diferencia con Estados Unidos y Europa.
50 años después
“Estados Unidos y la ex Unión Soviética lanzaron su estación espacial en los años sesenta; esto es, hace 50 años. Por supuesto que el Tiangong-1 tiene diferencias y mejoras, pero en general aún estamos por detrás. China está en camino de alcanzar a los avanzados”, agregó la fuente.
Estimó que Pekín necesitará por lo menos medio siglo para igualar su control del espacio con las potencias.