Las calles de la ciudad italiana de Milán despertaron esta mañana con una gran pancarta en la puerta del Duomo (la catedral) en la que se ve al presidente de EU., Barack Obama, y a su homólogo chino, Hu Jintao, besandose en la boca.

A primera hora de la mañana, los transeúntes podían ver en el Castel Sant'Angelo de Roma, a dos pasos de San Pedro en Vaticano, otro desplegable cuyos protagonistas son esta vez el Papa Benedicto XVI besándose con el Imán egipcio Ahmed el Tayyeb al mismo tiempo que le agarra del cuello.

Ambas iniciativas forman parte de la última y provocadora campaña de United Colors of Benetton, llamada “Unhate” (contra el odio), cuyo contenido se conocerá en el día de hoy a través de su página web.

Oliviero Toscani ya intentó en 1991 provocar con una foto de un beso entre una monja y un sacerdote, que en pocos días fue censurada después de que el Instituto de autodisciplina publicitaria recibiera millones de quejas. Diez años después Benetton vuelve a provocar con una campaña “shock” cuyo protagonista es un beso polémico, en este caso el homosexual.