Las fuerzas de seguridad sirias reprimieron con gases lacrimógenos, bombas de clavos y granadas de aturdimiento a miles de manifestantes que protestaban en Duma, un suburbio de Damasco, causando al menos 20 heridos.
Tras las oraciones de los viernes, entre 60 mil y 70 mil manifestantes se dirigían hacia el edificio del ayuntamiento en Duma, donde se encuentran observadores de la Liga Árabe, reportó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), citado por medios árabes.
Los manifestantes respondieron a la convocatoria de los grupos de la oposición que llamaron a la población a tomar las calles este viernes para convencer a los observadores a que presten atención a su difícil situación.
El llamado a la manifestación, bajo el lema “Viernes de dirigirse a las plazas de la Libertad”, coincide por primera vez con la presencia en el país de la misión de observadores de la Liga Árabe, desplegada desde el lunes pasado para comprobar la situación sobre el terreno.
La misión de la Liga Árabe tiene como objetivo verificar si el régimen sirio cumple el plan de paz árabe, que prevé el fin de la represión, la liberación de los detenidos, el retiro del ejército de las ciudades y la libre circulación en el país para los observadores y la prensa.
Además de la manifestación en Duma, hubo multitudinarias concentraciones en las ciudades de Hama, Homs y en Idlib, donde al menos 250 mil sirios tomaron las calles para protestar contra la represión del régimen del presidente Bashar Al Assad.
Los activistas precisaron que el objetivo de las protestas es mostrar su descontento y la realidad de la represión a los observadores, que por el momento no han hecho declaraciones públicas reconociendo la violencia en el país.
Según el presidente del Consejo Nacional de Siria, Burhan Ghalioun, cerca de 100 mil sirios se encuentran en cárceles del gobierno y muchos de ellos fueron trasladados a lo largo de la costa Siria para evitar ser vistos por los observadores de la Liga Árabe.
“Las autoridades sirias detuvieron a 100 mil personas, algunas en las bases del ejército (donde los observadores no pueden acceder en función de los acuerdos bilaterales con la Liga Árabe) y otros a bordo de naves cerca de las costas sirias”, dijo Ghalioun.
Ante la presencia de los observadores árabes, el comandante del Ejército Libre Sirio, un grupo de desertores del Ejército sirio aliados con la oposición, el teniente coronel Riad al Asad, ordenó este viernes detener los ataques contra las fuerzas gubernamentales.
“Di la orden de detener todas las operaciones desde que la misión llegó a Siria. No habrá operaciones contra el régimen, salvo en situaciones en que haya que defenderse”, advirtió el teniente coronel.
Indicó que hasta ahora no ha conseguido ponerse en contacto con los observadores debido a que éstos no tienen mucha libertad de movimiento, además porque en todo momento son escoltados por las fuerzas de seguridad sirias.
La labor de los observadores de la Liga Árabe ha suscitado dudas en la oposición desde las primeras declaraciones del jefe de la delegación, el general sudanés Mustafá Dabi, que tras visitar la ciudad de Homs minimizó la gravedad de la situación.
Tras las declaraciones de Dabi, la oposición siria inundó Internet con videos y testimonios que mostraban a ciudadanos de Homs relatando la situación a los observadores y mostrándoles víctimas de la represión ejercida por el régimen de Assad.