Luego que el canciller argentino Héctor Timmerman denunció la “creciente militarización” de dichas islas, Lyall Grant calificó como “absurda” la acusación y lamentó que Argentina inicie esta “guerra de declaraciones” cuando están por cumplirse 30 años del conflicto armado.
En rueda de prensa, el representante británico explicó que su país no discute los detalles de sus despliegues militares, aunque reconoció que en las Malvinas existe un despliegue militar con el único propósito de defender el territorio de una posible nueva invasión.
El argumento de “creciente militarización” de las Malvinas es “manifiestamente absurdo” porque nada ha cambiado en la postura militar británica en la región desde 1982, cuando Argentina “debió ser derrotada” tras ejecutar una “invasión ilegal”.
“Antes de 1982 había una presencia mínima en la defensa de las islas”, afirmó para luego indicar que “fue sólo porque Argentina las invadió ilegalmente que tuvimos que aumentar nuestra postura de defensa, pero nada ha cambiado en esa postura en los meses o años recientes”.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, manifestó este viernes su preocupación por la escalada retórica entre Argentina y Reino Unido y reiteró su oferta de ser mediador en el conflicto.
En ese sentido, el canciller argentino Timmerman expresó su disposición de reanudar de inmediato las negociaciones con Reino Unido, sobre la base de las resoluciones aprobadas por la Asamblea General de la ONU sobre el tema, que refieren el asunto como uno de soberanía entre ambos países.
El representante británico Lyall Grant rechazó que su gobierno negocie la soberanía de las Malvinas y aclaró que privilegian el concepto de autodeterminación de los entre dos mil 500 y tres mil malvinenses, que han expreso su deseo de continuar bajo el control británico.
Sugirió en cambio que sí negociarían con Argentina otros temas, relacionado con los recursos marítimos y energéticos de la región.