Al menos 2.000 personas murieron y más de 22.000 resultaron heridas en los disturbios ocurridos durante la revuelta contra el régimen del anterior presidente yemení, Alí Abdalá Saleh, según un informe gubernamental hecho público hoy en Saná.
El estudio, presentado por la ministra yemení de Derechos Humanos, Huria Mashur, indica que entre las víctimas mortales figuran 143 menores de edad y una veintena de mujeres.
"A pesar de que las protestas eran pacíficas hubo actos de violencia, enfrentamientos armados y violaciones de derechos humanos", afirma Mashur en el informe.
Dichos actos de violencia causaron, según el estudio, la destrucción de infraestructuras, viviendas e instituciones públicas, así como el cierre de más de 800 negocios y el despido de casi un millón de trabajadores.
En las protestas contra Saleh, que comenzaron a finales de enero del año pasado y acabaron con su salida definitiva del poder este febrero, se mezclaron las manifestaciones pacíficas con los enfrentamientos entre tribus rivales y entre el ejército y militares desertores.
El presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, que sucedió a Saleh, emitió ayer un decreto para aprobar una compensación mensual de unos 160 dólares para los familiares de las víctimas y los heridos de las protestas.