China aseguró hoy que es el país que más ciberataques recibe contra sus redes, y Japón y Estados Unidos son los principales países de estas ofensivas, aseguró hoy un informe del gobierno.
Los datos publicados este martes indican que 8.9 millones de computadoras chinas fueron atacadas desde 47 mil direcciones IP situadas en el exterior en el 2011, un aumento del 79 por ciento respecto a 2010, cuando cinco millones de computadoras fueron atacadas, según la organización que se encarga de la protección de las redes en China, el CNCERT.
Aunque sin acusar directamente a esos países de estar detrás de los ataques, el CNCERT dijo que Japón, Estados Unidos y Corea del Sur son los principales países de donde proceden las IP, una especie de “matrícula” que sirve para identificar a los usuarios de todo el mundo.
“China se ha convertido en la mayor víctima de ciberataques”, dijo Zhou Yonglin, un oficial de la Sociedad China de Internet.
Los ataques tienen dos motivaciones: por una parte, el fraude económico, con el robo de identidades para extraer dinero de bancos o tarjetas de crédito; y por otra parte, el espionaje en redes gubernamentales para conseguir información secreta.
El informe contrasta con las acusaciones de gobiernos como el de Estados Unidos, Reino Unido, Japón o Alemania, así como de varias empresas del sector de internet (Google, McAfee, Symantec), que han acusado directamente al gobierno chino de ser uno de los principales instigadores de ciberataques en internet.
Se acusa a “actores apoyados por el Estado chino” de perpetrar robos a gran escala de propiedad intelectual de empresas que disponen de tecnología avanzada en los sectores militar, farmacéutico, petrolero o de las energías renovables.
“Estados Unidos dice que China le ataca, pero el gigante asiático también es atacado”, asegura en entrevista con Notimex el profesor Liu Deliang, de la Universidad de Pekín.
“La mayor preocupación la suscitan los ataques perpetrados por elementos apoyados por el Estado, porque la tecnología es sofisticada y es difícil poder demostrar el origen de los ataques”, agrega la fuente, considerada uno de los mayores expertos chinos en la materia.
Varios analistas y expertos consultados por Notimex convergen en que la dirección de IP –que permite teóricamente identificar la localización de un usuario- no es un elemento válido para establecer el origen de los ataques.
Expertos como el estadunidense Joel Brenner, ex jefe de los servicios de contrainteligencia de Estados Unidos y autor de la obra “América la vulnerable”, o el ex consejero del presidente George W. Bush en temas de ciberseguridad, Richard Clarke, acusan a China de haber creado un plan para robar a Occidente toda su tecnología en sectores específicos por medio del ciberespionaje.
En un informe elaborado por la Comisión China-Estados Unidos y presentado el año pasado ante el Congreso estadunidense se aseguraba que “los actores chinos son los más activos y persistentes perpetradores de espionaje económico”.
El objetivo sería reducir la distancia tecnológica entre las economías avanzadas y China, según las fuentes.
Aunque los expertos estiman que es difícil estimar el coste para las economías desarrolladas de estas supuestas prácticas, el estadunidense James Lewis calculó que las pérdidas podrían alcanzar varias decenas de miles de millones de dólares.
“Es difícil de calcular, pero los expertos en el sector estimamos que el robo de propiedad intelectual por el ciberespionaje industrial podría ser unos 120 mil millones de dólares”, dijo en entrevista con esta agencia Lewis, experto en ciberseguridad del prestigioso Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS).