Un atentado con bomba mató este sábado ante un liceo de Brindisi a una alumna de 16 años e hirió de gravedad a otras cinco, en un acto que no fue reivindicado pero ocurrió en vísperas del 20º aniversario del asesinato del juez antimafia Giovanni Falcone.
La explosión se produjo hacia las 07:45 horas, cuando los alumnos entraban en el liceo
profesional Morvillo-Falcone, que lleva el nombre del juez siciliano Giovanni Falcone y de su esposa Francesca Morvillo.
Melissa, una alumna de 16 años, hija única de un obrero, murió a causa de las heridas sufridas.
Una compañera de la misma edad, Veronica, sufrió una intervención quirúrgica y se encuentra entre la vida y la muerte.
Otras cuatro jóvenes estaban heridas de gravedad. Tres sufren quemaduras en todo el cuerpo y otra podría perder las piernas, según las autoridades sanitarias locales.
Según las primeras informaciones, la bomba era un artefacto casero compuesto de tres bombonas de gas conectadas entre ellas y ocultas en mochilas colocadas junto al liceo profesional.
El centro, que cuenta unos 600 alumnos, en su mayoría chicas, ofrece formación para los oficios relacionados con la moda.
Según el director del liceo, Angelo Rampino, "el atentado se hizo para matar, porque las niñas entraban justo en ese momento; si hubiera sido a las 07:30 horas, no habría tenido consecuencias".
La policía estableció un perímetro de seguridad alrededor del liceo. El atentado, inédito en Italia por el blanco elegido, no fue reivindicado por el momento.
Interrogada sobre la hipótesis de que la mafia de la región de Apulia, la Sacra Corona Unita, esté detrás del atentado, la ministra del Interior habló de un acto "complejo" con un modus operandi "inusual", que presenta "anomalías".
"Las hipótesis son numerosas, y ninguna nos da certeza", declaró Annamaria Cancellieri.
Aunque el centro lleva el nombre del juez Falcone y de su mujer, muertos en un atentado con explosivos en Sicilia hace 20 años, la ministra del Interior llamó a la prudencia.
Los medios de comunicación relacionaron el acto con el 20º aniversario del atentado del 23 de mayo de 1992 que mató al célebre magistrado, a su esposa y a sus tres guardaespaldas. La mafia siciliana había hecho explotar al paso de su coche 500 kg de dinamita escondida debajo de la autopista entre el aeropuerto de Palermo y el centro de la ciudad.
El alcalde de Brindisi, que en un primer momento mencionó un posible vínculo con el aniversario del atentado contra el juez Falcone, consideró luego que "las modalidades de ejecución no tienen nada que ver con el crimen organizado".
Según Mimmo Gonsales, "puede ser la obra de un loco, de un exaltado, e incluso puede pensarse en la pista internacional, con los anarquistas". El regidor añadió que el objetivo "era matar deliberadamente a los alumnos, porque en el lugar se ha encontrado un temporizador".
Las televisiones mostraban daños limitados. El muro del liceo estaba ennegrecido por el humo de la deflagración y las pertenencias de las alumnas esparcidas, pero no había ningún agujero en la calzada.
Un empleado de la oficina del fiscal que se encuentra junto a la escuela contó al diario La Repubblica: "estaba abriendo la ventana y me golpeó la onda expansiva. Vi a las niñas tiradas al suelo, cubiertas de negro. Sus libros ardían. Fue terrorífico".
El jefe del gobierno italiano, Mario Monti, manifestó "su dolor, su estupefacción y su cólera", y ordenó que las banderas ondeen a media asta durante tres días.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, dijo que el ataque era "un acto absolutamente horroroso y vil".