La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, condenó el “golpe de Estado” cometido en contra de Fernando Lugo en Paraguay y advirtió que el Mercosur y la Unasur consensuarán una respuesta a ese “quiebre institucional”.

“Esto va mas allá del presidente, de las figuras de los presidentes, es un ataque definitivo a las instituciones y le hacen muy mal”, advirtió esta noche la mandataria en un encuentro inesperado con la prensa en la sede del Gobierno, la Casa Rosada.

Fernández de Kirchner consideró que lo ocurrido en Paraguay “reedita situaciones que teníamos absolutamente superadas en América del Sur y la región. No lo estamos convalidando”.

Al asegurar que “sin lugar a dudas” se trató de un golpe de Estado, la presidenta explicó que asumirá una “posición mancomunada” junto con sus colegas de Brasil, Dilma Roussef y Uruguay, José Mujica, países que integran el Mercado Común del Sur (Mercosur).

También afirmó que la situación representa un desequilibrio regional porque justamente la semana próxima Argentina le tenía que entregar a Paraguay la presidencia semestral del Mercosur, durante la Cumbre que se realizará en Mendoza.

Lugo fue destituido hoy por el Congreso paraguayo en un juicio político exprés que duró apenas unas horas, en el que se le acusó de “mal desempeño de sus funciones” luego de un desalojo de campesinos que dejó un saldo de 17 muertos.

Hasta ahora, la posición más firme ha sido la de Roussef, quien convocó a expulsar a Paraguay del Mercosur y de la Unasur en repudio al golpe.