Rectores de más de 200 universidades de Estados Unidos, incluidas Harvard, Princeton y Brown, firmaron una carta conjunta para condenar la injerencia del gobierno de Donald Trump en la educación superior, mientras en el ámbito mediático, Bill Owens, productor ejecutivo del emblemático programa “60 Minutos”, renunció tras denunciar que CBS News cedió ante presiones de la Casa Blanca.
La declaración universitaria, publicada por la Asociación Estadounidense de Colegios y Universidades, repudia las amenazas del gobierno de Trump de retirar fondos federales y forzar cambios curriculares bajo acusaciones de antisemitismo. Harvard, además de rechazar las condiciones impuestas, se convirtió en la primera institución en demandar legalmente al gobierno federal.
En medios, la renuncia de Owens expone cómo las presiones presidenciales han erosionado la independencia editorial. El conflicto se intensificó tras una entrevista con la candidata demócrata Kamala Harris, que Trump calificó como manipulada. Posteriormente, interpuso una demanda de 10 millones de dólares contra CBS y exigió una disculpa pública.
A esto se suman los castigos y amenazas de la administración contra NPR, PBS y la agencia AP. Figuras como Lawrence Summers, exdirector del Banco Mundial, y el exvicepresidente Al Gore, han expresado su preocupación por el avance autoritario del gobierno, al que Gore llegó a comparar con aspectos del Tercer Reich.
En paralelo, mandatarios locales y ciudadanos también han tomado postura. Alcaldes y gobernadores se oponen a las amenazas de retirar fondos a ciudades santuario, mientras comunidades enteras se organizan para enfrentar detenciones migratorias, exigiendo legalidad a los agentes y defendiendo los derechos de los indocumentados. La resistencia, ahora de alto perfil, crece frente a lo que muchos perciben como un régimen autoritario en expansión.