El nuevo secretario ejecutivo de la CIDH, Emilio Álvarez Icaza Longoria, ofreció hoy tender puentes de entendimiento con todos los países del hemisferio al reconocer que existen tensiones con algunos de ellos por el trabajo del organismo.

Empero dejó en claro que en su trabajo tendrá como bien superior “la centralidad de las víctimas”, que es la razón del sistema de protección de derechos humanos regional.

“Hay tensiones de un nivel más allá de las propias facultades y atribuciones y condiciones de la CIDH que tienen reflejo en la comisión, eso es un hecho y habrá que sentarse a escuchar con interés. Mi ánimo es generar todas las condiciones de diálogo”, dijo.

Reconoció que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) enfrenta un nuevo momento que no solo se refiere a su relación con los diversos países.

“Hay una condición distinta en el continente y hay nuevos temas en la agenda de derechos humanos que tendremos que ir abordando, y trabajaré muy en coordinación con lo que las y los comisionados determinen”, sostuvo.

En su primera conferencia de prensa, menos de 24 horas después de su elección, el sociólogo mexicano se refirió en particular a Venezuela, al ser cuestionado sobre el abierto antagonismo que ha mostrado ese gobierno hacia la CIDH.

“Lo que podrán encontrar en mi es una persona con la mayor voluntad de dialogar, la mayor voluntad en buscar entendimientos, espero que haya condiciones para que en esta nueva etapa existan los elementos para encontrarnos”, ofreció.

Álvarez Icaza Longoria dejó asentada la necesidad de que tanto en sus relaciones con los países como en el trabajo con la Organización de Estados Americanos (OEA) prevalezca el marco de autonomía e independencia que ha marcado el accionar de la CIDH.

El nuevo titular de la CIDH reiteró su disposición al dialogo. “Nada se pierde con sentarse a platicar”, insistió, aunque aceptó que la comisión deberá adecuar su accionar, cuando así sea necesario.

“Lo que tendremos que intentar es generar mecanismos para que la comisión responda en mejores términos a su mandato”, manifestó.

Cuestionado sobre su relación con México, el nuevo secretario ejecutivo de la CIDH subrayó que su nueva posición lo obliga a desempeñarse de manera imparcial.

Señaló que su país tiene desafíos significativos en materia de derechos humanos, de seguridad, de víctimas, de discriminación, que precisó “son parte de una realidad no exclusiva del Estado mexicano”.

Sobre el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad del que fue integrante, Álvarez Icaza Longoria externó su confianza sobre su continuidad.

Dejaré de ser un integrante de dicho movimiento porque el cargo no es compatible, “pero tengo plena confianza en sus fortalezas, tengo plena confianza en que el movimiento va a continuar”.