El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, visitó ayer a las víctimas del tiroteo del cine de la localidad de Aurora (Colorado), que causó 12 muertes y dejó 58 heridos, y ofreció apoyo a las familias, aunque evitó endurecer las leyes que permitieron al tirador adquirir todo un arsenal.
“He tenido la oportunidad de dar algunos abrazos, de derramar lágrimas y también de compartir risas”, indicó el presidente, quien recordó que “incluso en los días más oscuros la vida continúa” y el país piensa en ellos.
“Proteger segunda enmienda”. Obama dijo que en los próximos días y meses buscarán “arreglo para que esta violencia sin sentido no vuelva a ocurrir”, pero evitó polemizar sobre las leyes de armas que permitieron que el presunto pistolero, James Holmes, de 24 años, adquiriera un arsenal y un equipo completo de las fuerzas especiales de la policía, para intentar escapar de la escena del crimen.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, aseguró que el presidente “cree que podemos tomar medidas para mantener las armas lejos del alcance de personas que no deberían con las leyes existentes”.
Obama “considera que necesitamos tomar medidas para proteger los derecho de la Segunda Enmienda, al tiempo que no permitimos que armas lleguen a las manos equivocadas”.
La Segunda Enmienda de la Constitución consagra el derecho de los estadounidenses a la tenencia de armas y el Tribunal Supremo siempre ha fallado en su favor frente a los intentos de algunos estados y ciudades por limitarlo.
Obama ha mantenido un notable silencio sobre la posesión de armas durante su mandato, mientras que su rival republicano en las elecciones, Mitt Romney, ha abogado por proteger el derechos a llevar armas ante la poderosa e influyente Asociación Nacional del Rifle.
Fusil falló. Pertrechado con un equipo de protección antibalas similar a los de las fuerzas especiales SWAT y una máscara de gas, Holmes, que compró la entrada y llegó a la sala como un espectador más, regresó al cine por la puerta trasera con bombas de gas lacrimógeno, un fusil de asalto, una escopeta y dos pistolas.
El fusil AR-15 que iba a utilizar Holmes, con un cargador de 100 balas, y una imponente capacidad de fuego se encasquilló, por lo que el tirador echó mano de armas menos potentes, lo que seguramente evitó un mayor número de víctimas.
El jefe de policía de Aurora, Dan Oates, dijo hoy que Holmes es una persona muy inteligente y con extremada sangre fría que trazó un macabro plan durante meses para matar y que ahora se resiste a cooperar con la investigación.