Los aeropuertos internacionales de Jamaica cerraron, al tiempo que las embarcaciones de cruceros cambiaron itinerarios y la policía ordenó toques de queda de 48 horas en grandes ciudades para mantener a la gente fuera de las calles y evitar el saqueo, mientras la tormenta, en el cierre de la temporada de huracanes, se aproximaba a la costa meridional jamaicana. La policía realizaba recorridos lentos por las comunidades capitalinas, bajo la lluvia, con las luces intermitentes encendidas en las patrullas.
La 18va tormenta con nombre en la temporada de huracanes en el Atlántico tocaría tierra en las proximidades de Kingston, el miércoles por la tarde, y por la noche viraría hacia el oriente de Cuba. Se esperaba que Sandy pase al poniente de la base naval estadounidense en Guantánamo, Cuba, donde se realizaban audiencias previas al juicio de un sospechoso por el mortífero atentado de 2000 contra el barco Cole, frente a las costas de Yemen.
Los meteorólogos en el Centro Nacional de Huracanes en Miami dijeron que podrían presentarse condiciones de tormenta tropical a lo largo de la costa sudoriental de Florida, en los Cayos Septentrionales y en la bahía, el viernes por la mañana. Se emitiría también una advertencia de tormenta tropical para zonas del centro-oriente de la península desde el miércoles, más tarde, de acuerdo con el Centro.
En Jamaica, los habitantes pobres en las barriadas, lo mismo que la gente con más recursos en vecindarios de calles privadas, manifestaron su temor ante la proximidad de Sandy. Muchas zonas de este país, paralizado por su deuda, tienen infraestructura muy deteriorada, y la falta de reglamentos de construcción ha derivado en que algunas casas de clase media o chozas con techos de
lámina se edifiquen muy cerca de canales de agua y barrancas.
Aunque Jamaica fue devastada por los vientos perimetrales del huracán Iván en 2004 y por el paso cercano de otras tempestades, el ojo de un huracán no ingresa a la isla desde el embate de Gilbert en 1988, de acuerdo con la meteoróloga jamaicana Jacqueline Spence.
El miércoles por la mañana, bajo una llovizna desde el cielo gris, Andre Howt, un habitante de Kingston, trataba de terminar las reparaciones en un tejado del vecindario, el cual presenta muchas goteras ante cualquier aguacero. El goteo constante desde el techo de concreto no dejaba de llenar baldes de plástico colocados en el piso.
“No tenemos mucho tiempo. Escuchamos en la radio que el huracán venía por acá”, dijo Howt en la empobrecida comunidad de Standpipe, ubicada junto a uno de los canales de agua, repletos de escombros, que se entrelazan por toda la capital. “Nos vamos a mojar”.
El riesgo de inundaciones abruptas y aludes se considera alto para esta isla de unos 2,7 millones de habitantes, especialmente áreas montañosas, señaló el servicio meteorológico nacional.
El servicio de autobuses de la isla informó que estaba expectante, ante una posible orden de evacuar a los residentes de Kintyre, una comunidad ubicada en las colinas que se yerguen junto a la capital. Esa zona suele ser afectada incluso por lluvias de menor intensidad.
Los funcionarios de atención de emergencias ordenaron el desalojo obligatorio de la gente que reside en zonas bajas y localidades costeras que también suelen resentir el impacto de las tormentas.
Se espera que Sandy arroje hasta 30 centímetros (12 pulgadas) de precipitación, particularmente en áreas del centro y del oriente de Jamaica, según el servicio meteorológico. Algunos lugares aislados tendrían una acumulación de hasta 50 centímetros (20 pulgadas) de lluvia, de acuerdo con el Centro de Huracanes.
Además, se pronosticaban marejadas. Por la mañana, el agua del mar se adentraba ya en las calles de Port Royal, una deprimida comunidad pesquera en el extremo de una pequeña península, cerca del aeropuerto de Kingston.
Alrededor del mediodía del miércoles, Sandy era un huracán de categoría uno, con vientos máximos sostenidos de 130 kph (80 mph). Su vórtice se ubicaba 100 kilómetros (65 millas) al sur de Kingston, y el huracán avanzaba al nor-noreste, a unos 20 kph (13 mph).
Mientras, los meteorólogos estadounidenses anunciaron la formación de la tormenta tropical Tony en Atlántico, lejos de tierra. El meteoro tenía vientos máximos sostenidos de unos 85 kph (50 mph) y avanzaba hacia el este-noreste a 33 kph (21 mph). Se encontraba unos 2.005 kilómetros (1.245 millas) al oeste-suroeste de Las Azores