El Papa Benedicto XVI advirtió que la Navidad no debe ser sólo una fiesta exterior e instó a vivir de manera esencial el nacimiento de Cristo, sin caer en las tentaciones de la sociedad consumista.
El líder católico hizo esta reflexión poco antes de bendecir con la oración del Angelus a varios miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro del Vaticano, en un frío domingo romano.
En su mensaje recordó la figura de Juan el bautista, quien se definió como la voz de uno que grita en el desierto porque precedió con su anuncio la llegada de Jesús.
"Por lo tanto él tiene un gran rol, pero siempre en función de Cristo. Juan es la voz que pasa, Cristo es el verbo eterno que era en principio. Si a la voz le quitas la palabra, ¿qué queda? Un vago sonido. La voz sin palabra el oído, pero no edifica el corazón", dijo.
Estableció que todos los cristianos tienen la tarea de escuchar aquella voz para conceder espacio y acogida en el corazón a Jesús, palabra que salva.
"En la sociedad consumista, en la cual existe la tentación de buscar la alegría en las cosas, Juan el bautista nos enseña a vivir en manera esencial, para que la Navidad sea vivida no sólo como una fiesta exterior sino como la fiesta del hijo de Dios que vino a traer a los hombres la paz, la vida y el gozo verdadero", añadió.
Por eso pidió que el tiempo de Adviento, periodo anterior a la celebración de la Navidad, todos se preparen a recibir con los ojos de la fe, en la humilde gruta de Belén, la salvación de Dios.