Los violentos saqueos a supermercados en diferentes ciudades de Argentina continuaron hoy en un clima de extrema tensión porque ya dejaron un saldo de dos muertos y centenares de heridos.
El gobierno nacional se coordinó con las autoridades provinciales para evitar nuevos robos masivos como los que comenzaron la víspera en la patagónica ciudad de Bariloche y continuaron en Rosario y en la provincia de Buenos Aires.
Aunque las autoridades advirtieron que la situación estaba controlada en las localidades afectadas, este viernes ocurrieron nuevos intentos de saqueos en supermercados ubicados en las cercanías de Buenos Aires.
Cientos de personas trataron de robar tiendas en las localidades de San Fernando y Avellaneda, pero fueron repelidos por la policía, lo que marcó el inicio de un fuerte enfrentamiento a palos y pedradas.
Mientras estallaban focos de tensión en otras zonas, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, reiteró que estas acciones están siendo organizadas por sectores opositores al gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
"Manifestamos nuestro profundo repudio a hechos violentos de quienes quieren frenar la paz social, no somos ingenuos, sabemos que hay sectores vinculados a la política interesados en que esto ocurra", dijo el funcionario.
Abal Medina afirmó que los grupos de violentos, manejados en algunos casos por líderes sindicalistas, "quieren generar el caos y la zozobra", pero sostuvo que no lo van a conseguir porque estarán "atentos a que eso no ocurra".
Los saqueos ya dejaron un saldo de dos personas muertas, una mujer de 40 años herida por arma blanca y un joven de 20 años asesinado a balazos, ambos en la ciudad de Rosario.
Además, hay más de 200 detenidos y por lo menos 150 heridos, entre ellos varios policías, aunque las cifras son provisionales.