A tres años de que Haití fue devastado por un terremoto, la situación en ese país aún es "catastrófica", ya que cientos de miles de personas todavía viven en frágiles albergues para damnificados, alertó Amnistía Internacional (AI).

El grupo de defensa de los derechos humanos denunció en un informe que, tras el sismo de 7.2 grados Richter que el 12 de enero de 2010 causó más de 200 mil muertos y dejó a 2.3 millones de personas sin hogar, aún permanecen 350 mil haitianos en 496 campos de refugiados.

Testimonios citados en el informe dan cuenta que en los campos de refugiados las condiciones son deplorables ya que faltan el agua potable, los servicios sanitarios y de recolección de basura, lo que incrementó la propagación de enfermedades contagiosas como el cólera.

"Como si estar expuesto a la inseguridad, las enfermedades y los huracanes no fuera suficiente, muchas personas que viven en campos provisionales también sufren el constante temor de ser evacuados a la fuerza", expuso el consejero especial de AI, Javier Zúñiga.

Tras el terremoto, "decenas de miles" de personas han sido expulsadas de los campos de damnificados.

La Organización Internacional para las Migraciones estimó que cerca de 80 mil damnificados que viven en campos ubicados en propiedad privada corren el riesgo de ser evacuados.

"Haití sufrió un severo déficit de viviendas, incluso antes del terremoto, pero con cientos de miles más la situación es ahora catastrófica", enfatizó Zúñiga.