La estatua del Papa polaco Juan Pablo II más alta del mundo fue inaugurada este sábado en Czestochowa, una ciudad del sur de Polonia a la que habitualmente acuden peregrinos católicos para rezar ante el icono de la Virgen Negra.

"La estatua pesa 10 toneladas y mide 13.8 metros de alto. Es más grande que la que está en Chile, de 12 metros de altura", explica Leszek Lyson, autor del proyecto y proprietario de un parque temático en las afueras de Czestochowa.

Durante la ceremonia, la estatua fue bendecida por el arzobispo de Czestochowa, Waclaw Depo.

Paradoja de la historia, la estatua más alta del desaparecido papa polaco se levanta en un parque de miniaturas donde se encuentran reproducciones de arquitectura religiosa, en particular los santuarios de Lourdes, de Fátima y de Santiago de Compostela.

Para Lyson y su familia, que conocieron personalmente a Karol Wojtyla en los años 1960, mucho antes de que se convirtiera en sumo pontífice, el papa polaco es la mayor autoridad moral.

"Siempre me guié en mi vida privada por las enseñanzas de Juan Pablo II. Para mí fue y seguirá siendo muy importante", asegura.

"A él le debo también la vida de uno de mis hijos que estuvo a punto de morir ahogado y, yo lo creo profundamente, se salvó gracias a Juan Pablo II", relata Lyson.

Desde su muerte en 2005, Juan Pablo II es objeto de un culto popular entre los católicos en Polonia, que esperan con impaciencia su canonización.

En 2011 en Swiebodzin, en el oeste de Polonia, se erigió la estatua de Cristo más alta del mundo, superando al Cristo Redentor en Río de Janeiro.