La desaparición del vuelo MH370 de Malaysia Airlines tuvo ayer una conmocionante deriva cuando las autoridades malayas revelaron que el avión fue deliberadamente desviado. Quien se hizo cargo de la nave pudo haber volado siete horas hacia un punto desconocido muy lejos de la ruta original.

La conclusión de la novedad es que el aparato con 239 pasajeros no se habría estrellado sino que podría haber aterrizado en algún punto sobre dos grandes arcos: hacia el norte antes de la frontera con Kazakhstan –hasta donde le alcanzaría la reserva de combustible–; o hacia el sur con el rumbo del Océano Indico, sobre Indonesia y al oeste de Australia. ¿Hizo todo ese viaje? ¿Aterrizó en una base oculta inmediatamente después de decolar? ¿En una isla?

Como en un guión de una película de acción, el primer ministro de Malasia, Najib Raza, dijo que una mano muy experta fue la que modificó con precisión el rumbo del avión poco después de decolar. La nave partió de Kuala Lumpur y su destino final era Beijing.

“Los movimientos detectados son consistentes con una acción deliberada realizada por alguien en el avión ”, dijo el funcionario. Añadió que los sistemas de comunicación de la nave fueron desconectados en el momento que sobrevolaba la costa norte de Malasia. Un segundo sistema de conexión, el transpondedor que es un aparato que intercomunica automáticamente señales de radio para establecer la posición, altura y velocidad de la máquina , fue silenciado cuando el vuelo cruzaba el Golfo de Tailandia en los límites entre Malasia y Vietnam.

Najib subrayó que los investigadores examinan todas las posibilidades en cuanto a las razones del drástico desvío respecto de su ruta original e informó que las autoridades carecían de capacidad para confirmar si se trató o no de un secuestro. Horas antes de esa declaración, un funcionario malayo había descrito la desaparición del vuelo como un secuestro aunque debió admitir que no se pudo establecer el motivo y tampoco se ha sabido de alguna demanda o reivindicación.

“En vista de los acontecimientos más recientes, las autoridades malayas han reenfocado sus investigaciones en la tripulación y los pasajeros a bordo ’’, declaró Najib a la prensa, sin contestar preguntas. Ayer equipos de detectives de la policía allanaron las viviendas del piloto y el copiloto del avión, pero el resto de la tripulación también estaba bajo investigación.