El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, autorizó esta noche lanzar “ataques aéreos dirigidos” contra insurgentes del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS), así como ayuda humanitaria a civiles damnificados.
En un mensaje nocturno desde la Casa Blanca, el mandatario señaló que el Pentágono podrá disparar “de ser necesario” contra convoyes de insurgentes que se acerquen a las posiciones de asesores militares estadunidenses en la ciudad de Erbil, norte del país.
“Cuando las vidas de estadunidenses estén en peligro, vamos a actuar. Vamos a estar vigilantes y a actuar si estas fuerzas terroristas amenazan a nuestro personal”, dijo en una breve alocución sin aceptar preguntas de la prensa.
Estados Unidos inició además la entrega de agua y alimentos a la población Yazidi, una minoría religiosa que se encuentra sitiada por insurgentes de ISIS en una zona montañosa en el norte de Irak.
Obama estimó que probablemente “decenas de miles” de civiles podrían estar escondidos en las montañas sin comida, agua o ropa. “La gente está muriendo de hambre y los niños de sed”, señaló.
En ese sentido, el presidente de Estados Unidos acusó a los rebeldes de ISIS de tratar de perpetrar la destrucción del pueblo Yazidi.
“Estados Unidos no debe intervenir cada vez que haya una crisis en el mundo, pero cuando enfrentamos una situación como la de esa montaña, con gente inocente que enfrenta la amenaza de violencia en una escala horrífica, tenemos el mandato de ayudar”, justificó.
“Estados Unidos no puede cerrar los ojos”, puntualizó.
El presidente señaló que la participación de Estados Unidos fue decidida luego de una petición del gobierno de Irak para prevenir un posible acto de “genocidio”.