BRASILIA, 17 oct (Xinhua) -- La virulencia de los ataques en la campaña para la segunda vuelta presidencial en Brasil llevó al Tribunal Superior Electoral (TSE) a prohibir ataques entre los candidatos durante la propaganda gratuita en radio y televisión, y recordó que el espacio debe ser utilizado para presentar las propuestas de gobierno a los electores.
En la noche del jueves, el TSE vetó el programa de la presidenta Dilma Rousseff, quien busca la reelección por el Partido de los Trabajadores (PT), sugiriendo que el candidato opositor Aecio Neves, del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), podría coartar la libertad de expresión.
La pieza propagandística, emitida el 15 de octubre, incluía una acusación contra Aecio Neves de perseguir a profesionales que publicaban reportajes críticos a su gestion, cuando fue gobernador minero, entre 2003 y 2010.
La campaña del PSDB alegó que la pieza era ofensiva y afectaba el honor de su candidato, y pidió que su emisión fuera prohibida.
Aunque la prohibición del TSE no abarca otros medios por los cuales las propagandas son transmitidas, ni incluye debates, entrevistas ni otras manifestaciones de los candidatos en campaña, se trata de una decisión inédita y que los especialistas consideran una novedad en la jurisprudencia electoral.
La mayoría de los jueces del Tribunal, que votó a favor de la prohibiciíon por 4 votos a 3, señaló que el horario electoral gratuito tiene la finalidad de presentar propuestas al elector, y no puede ser utilizada para ataques, menos aún con la emisión de declaraciones de terceros.
El presidente del tribunal, José Dias Toffoli, afirmó que la decisión sienta un precedente para que la disputa política se desarrolle a través de posiciones programáticas.
"Esta decisión altera la jurisprudencia de la Corte y camina en el buen sentido de establecer que, en los programas electorales gratuitos, las campañas sean programáticas y propositivas. Hay que reformular esto y acabar con toda esta pirotecnia", afirmó.
La determinación de la Justicia Electoral ocurre en el contexto de la campaña más agresiva desde 1989, cuando en la primera elección presidencial directa el candidato Fernando Collor, que sería electo, atacó ferozmente a su adversario Luiz Inácio Lula da Silva ventilando cuestiones familiares.
En la noche del jueves, el segundo debate entre Neves y Rousseff en el canal SBT mostró a los dos presidenciables intercambiando una vez más acusaciones de corrupción, nepotismo, incompetencia y faltas a la verdad, que están provocando el rechazo en numerosos electores.
Neves calificó a Rousseff de "mentirosa" y dijo que su gobierno es un "mar de lodo", y la mandataria hizo alusión a la negativa de su adversario dos años atrás a someterse a una prueba de alcoholemia al ser parado por agentes de tránsito.
Como había ocurrido en el primer debate para la segunda vuelta, las acusaciones prevalecieron sobre cualquier discusión que sirviera para ayudar a los indecisos a aclarar las diferencias entre los candidatos y sus proyectos.
Por el contrario, tras el programa de SBT se multiplicaron expresiones en las redes sociales de electores que exhortaban a anular el voto en repudio a la agresividad de los ataques.
Especialistas en mercadotecnia electoral señalan que, con la alta agresividad en la campaña los equipos de campaña podrían estar intentando inducir a los electores que apoyan al candidato adversario y pero no están totalmente convencidos a desistir de hacerlo.
Los analistas evalúan que la dureza del enfrentamiento entre los presidenciables es producto de una elección muy pareja, en la que a poco más de una semana de la segunda vuelta los candidatos permanecen en empate técnico y no se vislumbra una tendencia de definición en ninguno de los dos sentidos.
La expectativa es que la definición de los indecisos ocurrirá a último momento, en el mismo día de la votación, prevista para el 26 de octubre.
Hasta la elección, habrá aún dos debates televisivos, uno en la noche del domingo 19, a ser transmitido por la red Record, y el último y decisivo, el viernes 24, en la red Globo.
