Los graves disturbios de la madrugada del lunes al martes en Baltimore, Maryland se saldaron con 15 policías heridos, 202 arrestos, 144 vehículos incendiados y 15 edificios quemados, informó hoy el ayuntamiento de la ciudad estadounidense.
Los disturbios se desencadenaron poco después del entierro de Freddie Gray, un joven negro de 25 años que falleció el 19 de abril, cuando estaba bajo custodia policial, por una lesión de la médula espinal, en circunstancias aún bajo investigación.
Este lunes se habían suspendido las protestas pacíficas que sucedieron a su muerte por la celebración del funeral, pero la violencia estalló a última hora de la tarde, desembocando en horas de caos que obligaron a decretar la situación de emergencia en el estado y el toque de queda en la ciudad.
El comisario de la Policía de Baltimore, Anthony Batts, atribuyó los altercados a "estudiantes de secundaria", que asaltaron negocios, provocaron incendios e hirieron a 15 policías, seis de los cuales están en situación de gravedad.
El gobernador asegura que la ciudad está bajo control.


El gobernador de Maryland, Larry Hogan, visitó a los agentes heridos y los barrios afectados por los disturbios, y quiso dejar claro que la ciudad está bajo control y que la violencia "no volverá a repetirse".


Para ello, el toque de queda decretado en la ciudad se mantendrá toda la semana entre las 10 de la noche y las 5 de la mañana.
Baltimore, una ciudad donde dos tercios de la población son negros, trata de recuperarse de los disturbios, pero la situación dista mucho de ser normal: las escuelas están cerradas y hay un gran despliegue policial en las calles.
Los familiares del joven fallecido, líderes religiosos y comunitarios, autoridades, e incluso los creadores de la famosa serie de televisión 'The Wire', han llamado a mantener el carácter pacífico que tuvieron las protestas hasta ayer y evitar la violencia.